sábado, 30 de noviembre de 2013

Mejorando un sistema educativo. Programación de un Aula de Convivencia.


PROGRAMACIÓN DE UN AULA DE CONVIVENCIA


1--Dinámica y funcionamiento del Aula:

Atención a los alumnos

En la atención a los alumnos nos guiarán los cuatro pilares fundamentales de la Educación ya señalados por la Organización de las Naciones Unidas (Aprender a Ser, Aprender a convivir, Aprender a hacer, Aprender a aprender)  y el que nosotros consideramos esencial: Aprender y profundizar  en nuestra dimensión Humana-Espiritual  que nos diferencia de otros seres.
Atenderemos de forma individualizada y en pequeño grupo. Haremos un  seguimiento en casos de niños con comportamientos disruptivos graves, tanto de forma puntual en horas aisladas como a diario mediante un horario pactado con las familias, el/los alumno/s y jefatura de estudios. Si un grupo no funciona, se intentará modificar su composición.
Asimismo, se puede atender a grupos de alumnos en la hora de tutoría  a petición de los tutores.

Coordinación

La coordinación con el Departamento de Orientación es muy importante. En un principio, se centrará en informar a la psicóloga de las características de los alumnos a los que se atiende y la mejor forma de hacer su seguimiento. En reuniones posteriores, se valorará la posibilidad de hacer un documento similar al que firman los padres para  el Aula de Pedagogía Terapéutica.

La coordinación con Jefatura de estudios se plasma en la ficha oficial del alumno que acude al Aula,   el control de asistencia en grupo a esta clase, por parte del profesorado de guardia, el ajuste de los cambios continuos producidos por el absentismo endémico de algunos y la reducción de atención  a algunos  que no acuden en el horario que se les adjudica. El contacto con los Servicios Sociales del Ayuntamiento debe ser continuo, incluidos los casos de expulsiones? del centro escolar. Este punto es muy polémico por cuanto, en la Comunidad Valenciana, el Decreto 39/2008 no puede olvidar el derecho constitucional a la educación de los menores de edad.

Respecto a la coordinación con compañeros del claustro, se plasmará en la atención en grupo a las clases cuyos tutores  lo soliciten o en que se atienda a los niños que se proponen or problemas de autocontrol o disruptivos. No se puede  impedir el normal desenvolvimiento de las clases y el derecho del resto de alumnos a tener una educación de calidad.

Asimismo,  el profesor  contactará o se reunirá con las familias de estos niños. Los  resultados son más positivos cuando los padres colaboran con el centro escolar y se percatan de los esfuerzos de sus hijos para mejorar su conducta,  o incluso llevan al seno familiar las actividades que se les enseñen en este Aula.


2--Materiales del Aula

A principio de curso, se preparará y organizará el Aula de convivencia. Se comprarán  cuencos tibetanos de distintos tamaños y unos crótalos, colchonetas, toallas,  cojines y pelotitas de distintos tamaños para diferentes tipos de relajación. Las cartulinas de colores servirán para  hacer visualizaciones en las relajaciones guiadas. Rotuladores, pinturas, plastilina y material de oficina para utilizar en clase, servirán para plasmar estados de ánimo mediante dibujos, collages, modelado,... 
Un aparato de música y ordenador con acceso a internet servirán para crear una ambientación apropiada y propiciar la expresión corporal de los alumnos que lo consideren oportuno, para  preparar textos para dramatizar o hacer una revista o periódico escolar. 
El libro “Textos literarios para la Educación Emocional” se utilizará  para leer, copiar, comentar, etiquetar, trabajar las  emociones....

3--Contenidos o temas y Objetivos didácticos

Los contenidos  principales son el conocimiento y estima de la propia y distinta personalidad, la conciencia y autorregulación  emocional, la cooperación y ayuda, la socialización, la comprensión de la dimensión espiritual del ser humano.

Los  objetivos en relación a lo anterior son, fundamentalmente, favorecer el equilibrio personal-emocional mediante diversas técnicas de relajación y autocontrol,  desarrollar  la autoconfianza y la autoestima al incrementar  la capacidad de comprender y regular las emociones para conocerse uno mismo y encontrar su vocación y responsabilidad, incrementar la competencia social,  evitar la disrupción y violencia entre iguales así como la falta de respeto a los derechos de los demás compañeros, profesores y personal del centro.

 A continuación, recogemos  todos los objetivos didácticos del manual que usaremos en el Aula  junto con los contenidos o temas por cuanto este  libro nos parece  el material más adecuado para abordar de forma dinámica, entretenida y, mediante distintas terapias expresivas, todo lo señalado. 

 “Textos literarios para la Educación Emocional”

Cap. 0. Marrón. Formación o existencia del mundo. No nacer.

1—Explicar la función sanadora de la literatura. Entender la formación del mundo y nuestra existencia mediante relatos o poemas.
2—Pensar sobre la posibilidad, o no, de nacer.
3—Valorar lo que supone el nacimiento de un hombre.

Cap. 1. Rojo. Nacimiento y sentido de nuestra singularidad. Tener o no tener padres queridos que desean a sus hijos y  les enseñan cosas. En su defecto, tener abuelos, hermanos, tíos u otras personas que cumplen esta misión.

1—Reconocer las circunstancias de nuestro nacimiento y el amor recibido.
2-- Comprender que un hijo es un regalo del cielo.
3—Aprecir el significado del nombre y apellidos familiares
4—Constatar la importancia de la ternura para ser felices
5—Distinguir las cosas esenciales de la vida
6—Aceptar el cuerpo y la personalidad para conseguir la armonía o felicidad
7—Querernos en nuestra singularidad y diferencia
8— Etiquetar y conocer el porqué de nuestras emociones y sentimientos y su raíz u origen
9—Aproximarse a la historia reciente de nuestra familia mediante la historia y los cuentos
10—Aplicar la intuición e investigar el misterio de lo incomprensible. Iniciar un Diario
11—Entender la diferencia entre ser, comportarse y etiquetar
12—Ampliar vocabulario sobre comportamientos humanos y meditar al respecto
13—Animar a la lectura de “Historia de nadas”. Profundizar en la frase: “no todo se puede explicar”

Cap2. Naranja. Aprender en la escuela con maestros que ponen todo su corazón. Personajes de verdad.

1—Mostrar a nuestros niños la existencia de distintos tipos de escuelas y aprendizajes en el Mundo
2—Deslindar los conceptos de libertad, respeto, normas, disciplina, derechos
3—Apreciar y recitar poesía o cantar. Asociar esto al conocimiento de materias muy diversas
4—Animar a escribir poesía a partir de textos sencillos
5—Dominar el sentido denotativo y connotativo del léxico
6—Motivar a los alumnos con el misterio, el talento oculto, la imaginación y lo desconocido. Enseñar técnicas distintas de relajación.
7—Aprender de los errores, fracasos y desilusiones y vislumbrar  las ventajas de ganar al perder
8—Captar la vocación que nace del fondo del ser
9—Apreciar la autenticidad y personalidad fascinante de Personajes de verdad. Ir más allá de la apariencia o lo físico
10—Leer correctamente captando las metáforas y redactar en el Diario imaginando

Cap 3. Amarillo.  Conformar la personalidad. Aprender  de la vida, y de los seres que nos rodean. Comenzar a ser uno mismo, tomar conciencia del ser, viajar contrastando pareceres, pensando.

1—Aprender lo que es fundamental para ser uno mismo, ser feliz y disfrutar en la vida
2—Indagar sobre las enseñanzas que desprenden los textos para el desarrollo de la personalidad
3—Valorar qué sucede al castigar a los niños
4—Captar las enseñanzas que nos ofrece la vida  al observar a los animales, a las personas y a los robots que ya empiezan a acompañarnos
5—Animar a la lectura de un libro de otra cultura, Marruecos. Pensar en cómo “ Sueños en el umbral” nos enseña infinidad de cosas sobre la verdad, las palabras, la felicidad, la timidez, cambiarse a  uno mismo, el miedo, el poder , las cualidades, la madurez
6—Escuchar a  los ancianos y campesinos de países como China, personas especiales, bufones, Maestros o sabios para aprender cosas nuevas
7—Constatar lo que podemos hacer juntos y nos une. Memorizar canciones con mensaje para llevarlas al  teatro  con motivo de una conmemoración

Cap 4.1 Rosa. Enamorarse y llegar a querer de verdad.

1—Entender la llamada del Amor
2—Apreciar y no renunciar a la propia personalidad al enamorarse
3—Modular o moderar la respuesta ante el poder del amor y lo que nos atrae
4—Reconocer la transformación que supone sentir el amor y captar las metáforas que se usan para describirlo
5—Comprender emociones, sentimientos y respuestas diversas cuando el amado no nos corresponde como esperábamos
6—Apreciar textos literarios que abordan el tema del amor  e imitarlos escribiendo  de forma adecuada y coherente. Asociar colores con estados de ánimo


Cap 4.2 Verde. Enamorarse y llegar a querer de verdad.

1—Aproximarse al conocimiento de los elementos y emociones fundamentales que conforman el amor: empeño, constancia, dolor, decepción, renuncia a la posesión, solidaridad, libertad
2—Captar las señales del cuerpo ante las decepciones amorosas de todo tipo y graduar o controlar las respuestas externas
3--Valorar los sentimientos propios y las decisiones importantes que podemos tomar. Aprender a soportar la presión de los demás.
4—Entendernos. Fluir. Comprender y aprender a cambiar la mente y los sentimientos negativos. Insistir, repetir técnicas de visualización-relajación
5—Aceptar a los otros, querer de verdad y saber educar
6—Protegernos  y aceptar la ayuda y consejos de los seres queridos
7—Distinguir los distintos tipos de amor y sus secretos

Cap 5. Azul. Comunicar lo que uno desea y  ayudarse.  Superar el miedo. Seguir una vocación o un deseo.

1—Utilizar las palabras y los gestos para pedir ayuda y expresar sentimientos de dolor, tristeza, miedo
2—Favorecer la convivencia animando  a la lectura de obras pedagógicas que hablen de cooperación y solución de graves problemas
3—Acostumbrarse a decir la verdad y ver las consecuencias de la mentira. Saber discrepar y adoptar perspectivas distintas de los mismos asuntos
4—Prevenir y oler el peligro, afrontar el miedo ayudándose de lo que nos comunican los sueños, la cromoterapia…
5—Preparar a la gente para educar hijos responsables e independientes
6—Captar los valores fundamentales en la actuación de los niños y evitar la violencia
7—Distinguir actuaciones correctas o adecuadas e incorrectas
8—Confiar en los buenos pronósticos y en uno mismo
9—Orientar a los niños para  seguir la misión de cada uno, y  tomar decisiones apropiadas, justas y generosas
10—Conocerse a uno mismo y la señales del propio cuerpo, superarse o controlarse y tener valor
11—Vencer los miedos con ayuda, buscar soluciones y ser feliz ayudando. Fomentar una cultura de paz

Cap 6. Violeta. Ser un hombre de verdad. Unir la dimensión espiritual a nuestra encarnación física. Asumir la incomprensión del entorno,  el sufrimiento, la no consecución de ciertos deseos. Aceptar las injusticias y  encauzar la cólera, rabia, ira o enfermedad.

1—Descubrir que es ser un hombre  y su verdadera naturaleza
2—Crear nuestra realidad a partir de nuestros deseos e intuiciones y deslindarlos  o separarlos de los deseos o de las personas de nuestro entorno
3—Reconocer el origen de nuestro dolor y desgracias y encauzar las rabia, ira, malestar mediante técnicas de visualización-relajación, cuencos tibetanos y terapias expresivas diversas
4—Aceptar la diferencia y canalizar el aislamiento o marginación con terapias como la escritura, dibujo, expresión corporal y canto o gritos armónicos, esconderse…
5—Buscar respuestas apropiadas al malestar de cada uno en la naturaleza, personas íntegras…
6—Valorar si nos aceptamos, queremos y estamos satisfechos con nuestra vida. Meditar
7—Comprender las consecuencias de nuestros actos y el amor u odio que despertamos en los demás al leer historias y dramatizarlas o ejercitar la expresión corporal
8—Empatizar y compartir momentos o experiencias con amigos y compañeros
9—Desear ser uno mismo y cumplir los deseos y sueños propios
10—Reír y disfrutar al dar y recibir

Cap 7. Blanco. Muerte. Sensibilidad hacia los muertos. Madres muertas.

1—Captar la conexión y proximidad de la vida y la muerte y las posibles causas de la misma
2—Reconocer distintos tipos de muerte y su magnitud e importancia
3—Animar a la lectura de un libro de Paul Auster que recapitula experiencias vividas cuando el protagonista se acerca a su final
4—Reflexionar sobre deseos o recuerdos al prever la muerte
5—Pensar cómo escapar a la muerte
6—Comentar la relación entre la muerte y  la vida de otros seres, tanto entre los animales como en relación a las personas
7—Aceptar el dolor y tristeza subsiguientes a la desaparición del cuerpo y encauzarlo con la lectura de poemas o relatos magistrales en la literatura
8—Debatir la repercusión social de ciertos decesos comparándolos con los de las personas anónimas.
9— Analizar poemas, relatos  y pensamientos diversos en torno a la muerte
10—Valorar la posibilidad de la vida espiritual tras la muerte en la naturaleza y los seres con los que se convivió
11—Debatir  en clase sobre si los muertos viven en el  recuerdo y hablan o cuidan a los vivos
12-- Consolar con la idea de que la muerte lleva a otro lugar y puede incluso transformarse en alegría. Superar el miedo a morir y a los muertos

Cap 8. Dorado Otras vidas. Trascendencia.

1-Mostrar distintas opiniones sobre la existencia del espíritu  tras la muerte física y terrenal o la existencia de algún Dios

4--Metodología

Será muy flexible para ajustarse a la idiosincrasia y particularidades de los distintos alumnos que acuden al aula. El trabajo no puede estar muy reglado por cuanto depende de las ganas del alumno. Este, en ocasiones, no se compromete con nada. Dependiendo del ánimo, compromiso y problema diario, se buscará la mejor solución. La intuición del profesor, que dispone de una variedad importante de materiales y recursos para abordar las distintas circunstancias y problemas, es la mejor guía para tratar a la gran diversidad de  alumnos. El primer día se les hará una ficha y, según sus gustos, problemática conductual y nivel académico, se intentará profundizar, orientar y trabajar en  todos eses niveles.
El ambiente debe favorecer la  introspección-concentración, la pausa, la lentitud y comprensión, la acogida.
El contacto personalizado,  de escucha activa en silencio,  el contacto visual, auditivo, ocular, corporal… debe potenciar también la atención conjunta siempre que sea posible. El clima de colaboración y comunicación del aula debe hacerse extensivo a otros  compañeros y  miembros de la comunidad escolar. Vamos hacia un nuevo paradigma donde debe haber cabida para otro tipo de creencias sobre cómo son los demás y se trabajarán todo tipo de diferencias y personalidades.
El feed-back  debe  ser coherente, basado en observaciones concretas, y centrarse en transmitir el apoyo a lo bien realizado y ejecutado, y la corrección de las conductas a mejorar. El profesor se percatará de los cambios de intereses y actitud  del alumno y le alentará a continuar en el camino adecuado y correcto reduciendo su ansiedad .
Se aunarán métodos de las distintas disciplinas, tanto de la Literatura como del mundo de las Ciencias, Artes Plásticas, la Música y la Expresión Corporal para encauzar la expresión de los sentimientos y emociones así como los potenciales talentos de los distintos niños mediante Terapias Expresivas Diversas y ajustadas a sus intereses.
Los aprendizajes serán funcionales y se extenderán a la vida del alumno, no sólo a la realidad del aula. Se intentará que afecten a la toma de conciencia de su Ser, su responsabilidad y cambio de hábitos nocivos, así como  las acciones posteriores necesarias para obtener el éxito personal, que incluirá su equilibrio y felicidad y sus decisiones académicas.


5--Actividades

Las actividades serán muy variadas. Para el autocontrol, la relajación y la atenuación de la agresividad, irán desde la terapia con pelotitas en pies, mandíbula, manos... a ejercicios de reeducación postural global y equilibrio, o relajaciones guiadas con cuencos y visualizaciones de colores e historias con sonido.

Para la comprensión, reflexión y meditación sobre sus conductas, personalidad, preocupaciones e intereses, usaremos los textos del manual “Textos literarios para la Educación Emocional” de Ediciones Sar Alejandría.

Dicho manual está organizado en distintos capítulos  con actividades puntuales. Como muestra, pueden observarse tanto las actividades generales que adjuntamos en el anexo como el segundo capítulo en documento adjunto . Añadimos los prólogos que hablan de la importancia de la literatura en la educación emocional, los nuevos paradigmas pedagógicos emergentes y una unidad didáctica para Primaria. El libro de texto, especialmente orientado a las aulas de convivencia, tutores y la educación en valores de forma transversal en cuantas asignaturas se considere oportuno, se presentó a la Consellería de Educacíón de la Comunidad Valenciana  el curso pasado para su posible edición y reparto gratuito entre los centros de la Comunidad.

Actividades generales dirigidas a los alumnos relacionadas en la  Introducción del libro “Textos literarios para la Educación Emocional”

Se trata de trabajar y profundizar en las emociones y el conocimiento de uno mismo para desarrollar todo el potencial humano del alumno después de captar y analizar lo que han vivido otros personajes de ficción. En algunos casos, se han subrayado momentos importantes, sentimientos  o estados de ánimo para facilitar la tarea del profesor. En su momento, de forma puntual, se plantean otros ejercicios a lo largo de los distintos capítulos para completar la comprensión e interpretación de los fragmentos y trabajar algo de lo ya señalado. Las actividades que siguen pueden ponerse en práctica en muchísimos de los textos literarios seleccionados.

1.- Ampliación del vocabulario referente a los afectos, emociones y sentimientos y el lenguaje simbólico mediante:
a) .Lectura,  dictado o copia de los textos seleccionados en función de los alumnos.
b).Etiquetado de las emociones percibidas en los mismos. Identificar  y nombrar emociones o sentimientos negativos, reduce su intensidad y devuelve poder a la parte más racional de la mente. Los pensamientos negativos dañan el cuerpo y hay que evitarlos poniendo el foco en los positivos.

2.- Aprendizaje visual y corporal. Búsqueda de fotos en el libro, álbumes familiares o en prensa sobre dichas emociones e investigación de los gestos que las acompañan y las sensaciones que nos transmiten. Hay un lenguaje universal de las emociones que se puede aprender porque se muestra en gestos de la cara y el cuerpo: arrugar el ceño, la nariz, rascarse o tocarse una zona del cuerpo, unir o separar los brazos y las piernas, sonreír de una u otra forma, tartamudear, tragar saliva..

3.- a) Expresión libre de las emociones seleccionadas, dependiendo del momento, mediante  el cuerpo, la voz, la música, la pintura, máscaras, fotos… Coordinación con otros profesores de otras materias para potenciar los efectos de la liberación si se considera oportuno.

.b) Interpretación, consecuencias  y análisis de las  emociones anteriores tras observar por experiencia propia qué sucede con cada una de ellas tras esa canalización o expresión.

4.- Ejercicios de percepción emocional tanto a nivel mental-intelectual como físico a partir de la propia experiencia guiados por el profesor y después de la lectura de los distintos fragmentos. Observación-memoria de episodios vividos y observación-comprensión de los cambios producidos en el cuerpo al revivir dichas emociones o estados: circulación sanguínea, respiración, secreción (reacciones somáticas  a las emociones). Los sueños.

5.- Escucha del cuerpo y su estado general a partir de las siguientes actividades programadas en varias fases:
a- Motivación-estimulación  del adolescente  enfocada a la superación de dificultades académicas y personales mediante actividades diversas, con ojos abiertos y cerrados: Observación del cuerpo y el grado de atención y relajación de la mente, respiración y relajación holística, masaje metamórfico, escucha  de voces melódicas, músicas étnicas, ondas alfa y theta, relato de episodios históricos o cuentos, recitación de poemas por los propios autores o distintos artistas, visionado de danzas, películas…
b- Práctica tras las experiencias: cambios de la modulación de la voz al cantar,  relatar, recitar; cambios en el cuerpo al bailar, hacer teatro…
c- Posterior análisis e integración de las experiencias vividas mediante la observación de los cambios producidos en su cuerpo a partir de ejercicios de autoconciencia corporal dirigidos por el profesor. Se irán revisando uno a unos todos los elementos del cuerpo, frente, ojos, boca, mandíbula, brazos… y se constatará si su distensión, apertura, apoyo en el suelo, movilidad y armonía es mayor que al comienzo del ejercicio.

6.- Exposición oral de experiencias personales que se quieran compartir tras la realización de la actividad anterior. Reflexión del profesor que versará sobre  la comprensión de  que la emoción es la respuesta a la consecución o no de objetivos, necesidades, motivaciones, interacción social… y que uno no es la etiqueta o el jugador que ese día salió a la cancha cabreado, con miedo al fracaso o gozoso sino algo más complejo que puede decidir también enseñar a los demás al compartir. Todos aprendemos de todos.

7.- Actividades de expresión emocional en grupo dirigidas por el profesor a partir del interés generado por textos determinados. Se aunará lo musical, artístico, la expresión corporal poniendo nombre, grado, impacto a las emociones analizadas en los fragmentos, gestionándolas o graduándolas y pasando de unas a otras de forma sucesiva. Se remite al apéndice donde consta una unidad didáctica ejemplificadora del cómo actuar a partir de  dos poemas: La madre de D. Alonso y Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías de F. García Lorca.

8.- Trabajo sobre la regulación emocional y los anclajes positivos en varias fases:
a- Exposición del profesor de experiencias propias de regulación emocional y toma de decisiones respecto a  los logros o  fracasos-frustraciones en las vivencias diarias. Todo puede ser transformado y convertido en acción y emociones positivas.
b- Tareas creativos por parte del alumno en base a los textos que mejor les ayuden para regular sus respuestas emocionales ante las dificultades diarias de la vida.
c- Actividades de investigación para producir sentimientos positivos  que acompañen a nuestros pensamientos mediante visualizaciones, escuchas, relajaciones dirigidas, cromoterapia, kinesiología. Incidencia de esos pensamientos en el cuerpo.
Enseñaremos a que el alumno se proteja del contagio de elementos negativos poniendo el foco en lo positivo, superando el miedo al fracaso. Se mostrará cómo hacer anclajes positivos asociados a cosas buenas, visualizándolas para recordarlas  cuando estemos mal o tengamos un momento tenso.
Se enseñará a respirar con el vientre para aliviar sentimientos negativos, de venganza. Se asociarán colores con estados de ánimo o partes del cuerpo y se trabajará con ellos para aliviar el dolor, relajar… Con estos ejercicios, se fijarán hábitos, pensamientos y comportamientos placenteros de paz y calma en el cerebro.
Un ejemplo de anclaje positivo para recordar en momentos de crisis, rabia o nervios exacerbados: se imaginarán un color asociado a un objeto especial (puede servir un diamante, un ágata…) y se inundará el corazón con su imagen y esplendor apreciando su calor; se respirará profundamente. Cuando la energía llene todo el cuerpo, y se expanda, y el sentimiento  sea de felicidad y calma, incluirán en su halo luminoso o un círculo dorado a todos los seres queridos que necesiten apoyo. Las palabras del profesor remarcarán la conexión del alumno con este sentimiento de amor y paz para traerlo a la mente en momentos en que se necesite.

9.- Actividades de autocontrol en relación con la salud. Se plantearán en algún momento concreto cuando surja el tema de la salud, no sólo para mejorar la postura y sentarse o estar de pie como corresponde (reeducación postural global), sino para distender los músculos agarrotados, la mandíbula, o ser capaces de decir no a la ingesta de alcohol o toma de drogas cuando el entorno nos invita a ello. Para ello se usará:
a) Un diario especial para  anotar todos los progresos o recaídas y regular los problemas que más les afecten.
b) Lectura y discusión  de apuntes elaborados por profesionales de la salud sobre principios científicos en relación con el funcionamiento del cuerpo-cerebro-corazón y su relación con la salud física y psíquica.

10.- Intentos de  integración-comprensión emocional personal a partir de la meditación-reflexión y lectura ejemplificante dirigida a descubrir potencialidades y talentos inconscientes u ocultos en el alumno. Hay ejemplos o comentarios en la poesía de Bécquer, Del salón en el ángulo oscuro y se puede analizar lo que sucede al final de el “El ruiseñor”, incluido en los Tres cuentos de hadas de G. Martín Garzo o trabajar con El medallón perdido o La llave del tiempo.

.-. Opcional: realización de un vídeo o una  revista con la participación de toda la comunidad escolar relatando los cambios operados en las dinámicas personales y de aula o evaluando las actividades realizadas.


ANEXOS:  

.-Prólogo I. Literatura y educación emocional.  Marta Sanjuán Álvarez. Profesora Titular de Didáctica de la Lengua y la Literatura. Doctora por la Universidad de Zaragoza

.-Prólogo II. Relación entre las emociones, la salud y los trastornos de comportamiento. Laura Miró Pitarch.  Licenciada en Psicología

.-  Prólogo III. El aula: espacio de interrelación para la atención a la diversidad. Soledad Benages. Profesora de Lengua Castellana y Literatura del IES Penyagolosa

.-Unidad didáctica para 6º de Educación Primaria: Crecimiento emocional en la escuela. Identificar y expresar emociones. Sonia Martínez Bacas. Diplomada en Magisterio Infantil. Máster de Psicopedagogía.

.- Introducción: Importancia de la literatura en la Educación Emocional



Literatura y educación emocional

Marta Sanjuán Álvarez
Profesora Titular de Didáctica de la Lengua y la Literatura
Doctora por la Universidad de Zaragoza

Este libro viene a llenar un hueco que muchos profesores pueden haber advertido: no es fácil encontrar materiales para abordar de una manera organizada, rigurosa y amena la educación emocional de los adolescentes en el ámbito escolar. El vehículo que aquí se ofrece para esa educación emocional es la literatura. Se otorga, así, a la literatura un papel que los lectores habituales de literatura conocen -conocemos- bien: la literatura constituye una vía fundamental para llegar a ser quienes somos. Nietzche desarrolla esta idea en su obra Ecce Homo (escrita en 1888 y publicada en 1908) a partir de la conocida frase de Píndaro -“¡Llega a ser el que eres!”-, una apelación a no renunciar a lo que cada uno tiene de original y distinto. Llegar a ser el que se es, señala Nietzsche, requiere ser el artista de uno mismo, y para eso hay dos reglas fundamentales: seguir el propio instinto y utilizar maestros. De entre todos los maestros, Nietzsche destaca al “maestro de lectura” como el iniciador a los secretos de una actividad “de cuyo contacto todo el mundo sale más rico de sí mismo”.
La pregunta implícita que subyace al planteamiento didáctico que aquí se desarrolla es, precisamente, esa: de qué manera la literatura puede contribuir al desarrollo emocional de los individuos es decir, qué papel puede representar la literatura en la educación emocional entendida como parte esencial del proceso educativo general.
Los enfoques metodológicos dominantes para la lectura literaria han favorecido, sobre todo en la Educación Secundaria, un acercamiento excesivamente formalista o conceptual al texto literario. Difícilmente esos enfoques pueden llegar a estimular la lectura personal, la que establece unos vínculos emocionales profundos entre los contenidos temáticos del texto, sus valores éticos y sociales, representados a veces vívidamente a través de las situaciones humanas que viven los personajes, y los conflictos o situaciones que viven los lectores concretos, niños o adolescentes que están formando su personalidad, su concepción de la realidad social y sus pautas de comportamiento.
Sin embargo, este libro no se propone ser un manual para la educación literaria, sino un cauce para la educación emocional a través de la lectura de una colección de textos literarios de autores muy variados, tanto clásicos como contemporáneos, agrupados según unos ejes temáticos que recorren las distintas etapas de la vida humana y abordan algunos de los temas o preocupaciones que más pueden atraer a los adolescentes.
Diversas aproximaciones teóricas al proceso lector, especialmente el psicoanálisis de la lectura, la sociología de la lectura más reciente o la etnografía educativa aplicada a la lectura en la escuela, han querido profundizar en la dimensión afectiva o emocional de la lectura, es decir, en cómo los lectores viven la experiencia de la lectura. El análisis del proceso lector desde el punto de vista emocional abarca un doble foco de interés: cómo afecta la lectura al lector en sus múltiples facetas vitales, afectivas, estéticas y éticas y, por otro lado, de qué manera las características emocionales y socioculturales del lector interactúan con el texto para producir el sentido. Con la finalidad de dar la voz a los propios lectores para investigar en cómo lee realmente la gente, se han utilizado instrumentos como las entrevistas abiertas y las historias de lectura. Otra fuente de información de primer orden resultan los testimonios autobiográficos de algunos escritores en lo que se refiere a su  relación temprana, en su infancia y juventud, con el lenguaje literario y al descubrimiento del poderoso papel que éste ejerció en la construcción de su personalidad[1]. La lectura se revela como un potente instrumento para el aprendizaje, pero también como una fuente de placer, disfrute, fantasía y evasión, así como una vía para el conocimiento de la realidad y de uno mismo.
Desde este enfoque que destaca el componente emocional del proceso lector, la verdadera lectura es la que produce experiencias, la que forma y transforma al lector del mismo modo que la experiencia vital. Literatura y vida se convierten en dos caras de la misma moneda: lo que somos, lo que hemos vivido, resuena en todo acto de lectura; pero a su vez lo que leemos nos puede afectar de una manera tal que lo hace indistinguible de lo que vivimos realmente, y además nos permite vivir e interpretar lo que vivimos de una manera más profunda. Como resume expresivamente la investigadora francesa Michèle Petit[2] “la lectura ayuda a las personas a construirse, a descubrirse, a hacerse un poco más autoras de su vida, sujetos de su destino, aun cuando se encuentren en contextos sociales desfavorecidos” (2001: 31).
La lectura como creadora de sentido, como vía de conocimiento del mundo y de la construcción de la propia identidad o como práctica liberadora, constituyen las principales dimensiones de la experiencia lectora, presentes tanto en las historias de lectura de los lectores anónimos que han vivido la lectura, como en la rememoración autobiográfica que numerosos escritores hacen de sus experiencias de lectura más tempranas, lecturas primeras que permitieron al niño o al joven no sólo evadirse de su realidad para “vivir otras vidas” más o menos exóticas, sino meterse de lleno en aventuras y tramas de ficción que representaron de manera simbólica los principales conflictos éticos del ser humano y les ayudaron a interpretar su propia realidad. Lo que, en definitiva, encuentra el lector en la literatura es una ayuda para encontrar un sentido a la vida, a lo que somos y a lo que nos pasa.
Algunos grandes psicólogos han destacado el papel fundamental de la imaginación, y más concretamente de la ficción literaria, en el desarrollo de la función psíquica del individuo, con especial relevancia en las etapas de formación (infancia y adolescencia)[3]. A las ficciones literarias les pedimos que den lugar a la construcción de hipótesis verosímiles o “mundos posibles”, en expresión de Bruner, sobre la condición humana, que nos ayuden a interpretar la compleja realidad social y cultural.
Como complemento de esta perspectiva psicológica, el psicoanálisis nos ha permitido comprender en profundidad los procesos morales, intelectuales y emocionales, tanto conscientes como inconscientes, que la literatura desencadena en los receptores. La lectura literaria adquiere una dimensión “reparadora” cuando alcanza a satisfacer algunas necesidades íntimas del ser humano, tales como la necesidad de “relatarse”, de convertirse en narrador de lo que se vive y de crearse una autobiografía consistente. Los lectores desarrollan toda una actividad psíquica al leer, se apropian de lo que leen y deslizan entre las líneas del texto sus deseos, sus fantasías, sus angustias. A través de la literatura el niño o el joven comprenden que los deseos o temores que les angustian han sido experimentados por otros que les han dado voz y han puesto en palabras lo que se vivía de manera difusa, como mostró Bettelheim.
Ese proceso de “reconocerse” en el texto va más allá de ser un mero mecanismo de “identificación” o de “proyección”, y funciona más bien como un proceso de insight o autoconocimiento propiciado por el lenguaje simbólico. No siempre los textos cercanos a la experiencia del lector son los que le ayudan a expresarse, a revelarse. Es el lenguaje simbólico, metafórico, el lenguaje elaborado que permite una toma de distancia, el que más favorece el trabajo psíquico del receptor.
Una manera de concebir el proceso de lectura literaria, que va de la respuesta emocional al pensamiento reflexivo en un contexto de lectura compartida (metodológicamente se trata de un proceso de construcción conjunta de la interpretación), adquiere una dimensión educativa mucho más amplia. La función humanizadora de la literatura alcanza dimensiones éticas, sociales y políticas. El estudiante que aprende a construir un sentido para los textos literarios está adquiriendo a la par una sólida percepción de la experiencia humana, ya que la literatura presenta complejas situaciones y emociones humanas que no se pueden comprender con respuestas simplistas o estereotipadas.  De igual modo que el lector interpreta el texto partiendo de su caudal de experiencias pasadas, la experiencia literaria puede llevarle a reinterpretar su sentido de las cosas a la luz de las nuevas formas de pensar y de sentir ofrecidas por la obra literaria.
Las reflexiones precedentes pueden tener implicaciones importantes no sólo para la educación lectora y la creación de hábitos de lectura, sino para la educación integral de los jóvenes. La literatura abre unas ricas posibilidades educativas que suponen, sin duda, un replanteamiento de la función de los profesores y de las prácticas de lectura literaria en los centros educativos, que pueden abarcar otros contextos diferentes al habitual de la clase de Literatura. Sin duda, como se propone en este libro, el contexto de la tutoría y orientación resulta altamente propicio para un enfoque emocional de la lectura literaria, especialmente para aquellos alumnos con dificultades de integración o problemas emocionales.



Relación entre las emociones, la salud y los trastornos de comportamiento
                                   Laura Miró Pitarch. 
Licenciada en Psicología
Todo el mundo tiene una ligera idea de lo que son las emociones, pero realmente no somos conscientes de todos los componentes que forman una emoción, o de las consecuencias que tienen los estados emocionales sobre nuestra salud. A modo de introducción vamos a explicar brevemente todos esos aspectos que pueden resultar un tanto confusos.
Una emoción es un proceso desencadenado por la valoración cognitiva que hace el ser humano de una situación, la cual produce una alteración en la activación del organismo. Es un tipo de afecto que suele tener una duración muy corta y que está relacionado directamente con la situación a la que se expone el individuo, hace referencia a un estado psíquico o social, afecta a todo el organismo y tiene como manifestaciones distintos tipos específicos de respuesta.
Así, mismamente, hay que diferenciar el concepto de emoción de otros conceptos como por ejemplo el afecto. El afecto es más general y primitivo que la emoción y tiene que ver con la preferencia por distintas situaciones. El humor también es distinto a la emoción, éste es una forma específica de estado afectivo, puede durar varios días e implica la creencia de experimentar un afecto positivo o negativo en el futuro. El estado de ánimo es más duradero y menos intenso que una emoción, pero tiene una causa desconocida. Por último, hay que diferenciar la emoción del sentimiento, éste último es la experiencia subjetiva de la emoción, suele ser más suave y más duradero que la emoción e implica la evaluación del sujeto respecto a su capacidad de afrontar una situación.
Otro aspecto a considerar son los tipos de emociones que existen. No muchos saben que hay emociones básicas y no básicas. Las básicas poseen una forma concreta de expresión facial que se puede observar en todas las culturas, es decir, son universales y aparecen desde bien pequeños, en contraposición a las emociones no básicas, las cuales no tienen una forma concreta de expresión facial. Otra forma de diferenciarlas es que las primeras pueden dividirse en positivas, como la felicidad, la alegría o el amor; negativas como el miedo, la ira o la tristeza y neutras como es la emoción de sorpresa. Podríamos entender las emociones básicas como semejantes a los colores primarios, ya que las no básicas son una mezcla de básicas, así como el color verde  es una mezcla de los colores primarios azul y amarillo.
Durante mucho tiempo los teóricos se han preguntado cuáles son las causas de las emociones, de dónde surgen y qué cambios provocan en nuestro organismo. Una de las respuestas a estas cuestiones la encontramos en la Teoría de James-Lange. Éste propone que la corteza cerebral recibe e interpreta los estímulos sensoriales que provocan emoción, produciendo cambios en los órganos viscerales a través del sistema nervioso autónomo y en los músculos del esqueleto a través del sistema nervioso somático. Como siempre sucede, había otros teóricos de las emociones que no estaban de acuerdo con tal teoría, y surgió como respuesta a ella la Teoría de Cannon-Bard. Según ésta, los estímulos emocionales tienen dos efectos excitatorios independientes, provocan tanto el sentimiento de la emoción en el cerebro, como la expresión de la emoción en los sistemas nerviosos autónomo y somático. Otra teoría que se propuso como alternativa a las anteriores es la Teoría de la activación cognitiva de Schachter-Singer. Stanley Schachter y Jerome Singer, al igual que Cannon, aceptaban que el feedback o realimentación  no era lo suficientemente específico para determinar qué emoción sentíamos en una situación determinada, pero, como James, creían que también era importante. Su idea era que el feedback de la activación física era ya de por si un buen indicador de que ocurre algo significativo, aun cuando la persona no sea capaz de comunicar exactamente qué ocurre. Postularon que una vez que detectamos la activación física mediante el feedback, intentamos examinar nuestras circunstancias, y es a partir de nuestra evaluación cognitiva de la situación, cuando clasificamos la activación. Tal clasificación de la activación es lo que determina la emoción que sentimos. Por lo tanto, como conclusión de todo esto, Schachter y Singer propusieron que la cognición llena el vacío entre la falta de especificidad del feedback físico y los sentimientos.
Después de esta pequeña introducción teórica al estudio de las emociones, es interesante saber cómo el estrés afecta al organismo y como favorece que surjan determinadas enfermedades del sistema inmunitario.
El termino estrés surgió de la mano del médico Hans Selye que lo consideraba como una respuesta inespecífica del organismo ante cualquier exigencia; lo entendía como un proceso que se produce tanto ante condiciones positivas como negativas, era, por tanto, un proceso adaptativo que movilizaba el organismo ante determinadas condiciones que se experimentaban como negativas.
En el planteamiento de Selye, se distinguen dos tipos de estrés, el positivo, también llamado eustress y el negativo, llamado distress; ambos dos independientes de la magnitud o intensidad del estímulo que provoca estrés. La diferencia entre uno u otro depende del grado de control percibido por el sujeto, ya que, si puede controlar y predecir la situación, el estrés será positivo y si, por el contrario, no la puede controlar o predecir será negativo.
Una estructura propuesta por este autor con respecto a la acción de los estresores en nuestro organismo es el Síndrome General de Adaptación; tal estructura implica un patrón de respuesta no específica que conlleva un esfuerzo del organismo por adaptarse y sobrevivir. El Síndrome General de Adaptación está compuesto de tres fases. La primera es la Reacción de Alarma, entendida como una reacción inicial del organismo ante condiciones a las que no estaba adaptado; esta fase también puede dividirse en dos, el choque y el contrachoque; en esta fase se activan los ejes neural y neuro-endocrino y acompaña tanto a emociones positivas como negativas. La segunda fase es la de Resistencia, en la cual el organismo mantiene el estado de activación de la fase anterior, manteniendo activado el eje endocrino y originando emociones negativas. La última fase se pone en marcha cuando el organismo agota las reservas energéticas usadas en las fases anteriores, esta fase es la de Agotamiento; existe un aumento de cortisol en sangre, con las consecuentes emociones negativas acompañantes y, como resultado del agotamiento del sistema, se produce un aumento considerable de la vulnerabilidad a desarrollar diversas enfermedades.
La relación entre las emociones, el estrés y el sistema inmunitario queda relacionada, de forma muy clara, si tenemos en cuenta los planteamientos expuesto anteriormente por Selye. El estrés puede alterar los parámetros específicos del funcionamiento inmunológico, mediante la activación de los tres ejes mencionados anteriormente en el Síndrome General de Adaptación. Cada eje ejerce influencia sobre un sistema biológico distinto. El Eje I o Neural activa el Sistema nervioso Parasimpático, cuya función es activar al organismo mediante la secreción de adrenalina. También regula el nivel de tensión ejercida en los músculos por el Sistema Nervioso Somático; este eje es activado en la primera fase del Síndrome General de Adaptación junto al Eje II o Neuroendocrino, que implica la activación de la médula suprarrenal que se encarga de secretar adrenalina y noradrenalina; esta acción mantiene la respuesta defensiva del organismo de lucha-huida. Asimismo, tal eje también está implicado en trastornos cardiovasculares, ya que, cuando la activación es muy intensa y mantenida, como ya hemos visto anteriormente, en la segunda fase, la de Resistencia, se activa el Eje III o Endocrino. Este último eje es responsable de la secreción de cortisol y aldosterona por la médula suprarrenal y también es el encargado de secretar hormonas como la hormona del crecimiento, hormonas tiroideas, encargadas de aumentar el metabolismo y el desgaste en general y de secretar tiroxina, encargada de alterar el funcionamiento renal y de aumentar la retención de líquidos y favorecer la hipertensión arterial.
Como todos saben, el sistema inmunitario es el encargado de proteger al organismo de agentes patógenos externos, pero esta función puede ser modificada y alterada por variables psicológicas como el estrés y los estados emocionales negativos. Hay infinidad de estudios demostrados que relacionan un estado de ánimo depresivo y negativo, con una importante supresión de la capacidad inmunológica del organismo.
Otro hallazgo que se ha encontrado, es que emociones como la ira, ansiedad, hostilidad, afectos negativos, impaciencia e inhibición social se han relacionado con trastornos coronarios y  emociones como la desperanza, depresión, inhibición de estados negativos como la cólera y la aceptación estoica favorecen una predisposición y mal pronóstico del cáncer. También se ha constatado relación entre las emociones negativas, el estrés y el mal pronóstico de enfermedades tales como el asma bronquial y la diabetes mellitus.
En relación a las emociones, el estrés y la salud de los niños y adolescentes, se ha visto que una propensión a experimentar emociones negativas en estas edades, es un predictor de trastornos en los jóvenes. Se pueden documentar estudios que relacionan las pautas de crianza en las que predominan emociones negativas como la ira, la hostilidad y la frialdad emocional con trastornos en la vinculación de los hijos con sus padres. Tal vinculación alterada entre padres e hijos, acarrea problemas como fobias escolares, fobias sociales e incluso trastorno de pánico en los menores. De la misma manera, en otros estudios, se ha comprobado  la relación entre una exposición temprana a factores estresantes en los niños, y la aparición de conductas oposicionistas y adicciones cuando llegan a la adolescencia.
Por todas estas razones, es interesante conocer cuál es nuestro estado emocional basal, así como los pequeños y no tan pequeños sucesos vitales que nos afectan cotidianamente, ya que pueden acarrear una serie de cambios inmunológicos, endocrinos y comportamentales que pueden afectar a nuestra salud de una forma de la que no somos del todo conscientes.


EL AULA: ESPACIO DE INTERRELACIÓN PARA LA ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD

Soledad Benages
Profesora de Lengua Castellana y Literatura del IES Penyagolosa
                            Fundadora del grupo poético “Verba Manent”

 “ Es este entrelazamiento del lenguajear y el emocionar lo que nosotros llamamos conversar, usando la etimología latina de esta palabra que significa dar vueltas juntos”.
Humberto Maturana (2003)

La educación, según Carlos Lledó, forma parte del proceso de iniciación de los alumnos y alumnas en aquello que caracteriza la civilización humana = la conversación.
Las nuevas líneas de investigación de la ecopedagogía  han pasado a formar parte de un paradigma que emerge cada vez con más potencia en los procesos de aprendizaje. Esta pedagogia concibe al alumno como protagonista de su propio aprendizaje y como sujeto que aporta al sistema educativo su entorno de vida, inserto en la complejidad y el caos creativo (E. Morin), y  atiende las relaciones intersubjetivas e intrasubjetivas,
En la línea de las pedagogías que atienden la dimensión afectiva en las relaciones que se producen en el aula entre el tutor-profesor y el propio alumno o entre  alumno-alumno, a la vez que son pedagogías críticas y activas, encontramos muchas propuestas. Comentaremos sucintamente la que ofrece la eminente pedagoga cubana Lidia Turner  Martí con sus acertados planteamientos en la Pedagogía de la Ternura, la de la pedagoga brasileña María Cándida de Moraes, con el Paradigma ecopedagógico, de las que hablaremos más adelante, y  las potentes reflexiones del biólogo chileno Humberto Maturana, quien aporta conceptos interesantes para la relación humana y la educación.

 La convivencia se consolida en la conversación. “Uno se hace en la conversación” Maturana

Maturana habla de la biología del amor y afirma que educar es convivir. El amor es la emoción que constituye las acciones de aceptar al otro como un legítimo otro en la convivencia, por tanto, “amar es abrir un espacio de interacciones recurrentes con otro en que su presencia es legítima sin exigencias” Emociones, lenguaje, amor y vida en su obra es una mirada a lo más profundo del ser humano, al mundo de las emociones.
Para H. Maturana el lenguaje nos humaniza pero es en lo social donde opera, donde nos hacemos más humanos. En nuestras escuelas de hoy, es necesaria una educación que origine cambios y transformaciones para la sociedad del mañana. Una educación que sea considerada como una forma de culturización del futuro. Sólo a través de la educación recuperaremos la dimensión humana del ser humano que es el mundo de las emociones: “es especial la relación emocional que se da entre el maestro y el alumno dentro del aula, como un componente fundamental para contribuir a mejorar la calidad de la educación” (Maturana, H. 1997)
Hemos de permitir y facilitar el crecimiento como seres humanos que se respetan a sí mismos y a los otros con conciencia social y ecológica, de modo que puedan actuar con responsabilidad y libertad en la comunidad a la que pertenecen a través de la comunicación.


            “Lo humano se constituye en el entrelazamiento de lo emocional con lo racional”. 
Humberto Maturana (2005).

 
 



La diversidad en el encuentro educativo

La importancia de la diversidad como eje estructurador del encuentro educativo, está implícita en la relación en los entornos de aprendizaje. Para atender la diversidad, es necesario rescatar lo humano del estudiante que involucra lo biológico, lo psicológico, lo social y lo espiritual. Lograrlo sólo es posible a través de una educación afectiva. Nos asiste el convencimiento de que es desde el diálogo recíproco, intersubjetivo, (la convivencia dialógica, y la interrelación -construcción de subjetividades-), desde donde podemos conseguir la inclusión y la vivencia de la interculturalidad y la diversidad en toda su dimensión y de que es necesario el autoconocimiento y la conciencia de que la educación ha de participar en la creación de una sociedad solidaria y transformadora.
La función compensatoria de la escuela requiere la flexibilidad y la apertura de las pedagogías invisibles, pues la distancia entre los códigos y contenidos de la cultura familiar y social de los más desfavorecidos y los propios de la cultura académica de las disciplinas, es tan amplia que solamente una estrategia de acercamiento del trabajo escolar a los problemas y lenguaje de la vida cotidiana puede servir de andamiaje inicial para el tránsito entre ambas culturas.

La escuela, así considerada, se convierte en una comunidad de vida y aprendizaje, un espacio de cultura donde se aprenden los conceptos, herramientas, técnicas y códigos de la cultura de la humanidad como consecuencia de la participación activa en el intercambio de significados, deseos y comportamientos con los compañeros y con los adultos.

Y para ello es necesario atreverse a compartir, a dar la palabra y a interactuar, sabiendo que eso nos lleva mucho más lejos que la actitud del docente “poseedor de la verdad indiscutible” de sus conocimientos. Sólo podremos decir que la actividad de la escuela es educativa, cuando el conjunto de materiales, conocimientos, experiencias y elaboraciones simbólicas, es decir, la cultura académica, sirva para que cada individuo reconstruya conscientemente su pensamiento y actuación, a través de un largo proceso de descentración y reflexión sobre la propia experiencia y la comunicación ajena y rompa las barreras entre escuela y sociedad.
El aula constituye un complejo álbum de imágenes y metáforas donde se suceden múltiples interacciones que conforman un entorno de aprendizaje. Doyle define el aula como un ambiente de aprendizaje y la escuela como espacio ecológico de vivencia cultural. Este enfoque de carácter integral utiliza metáforas del campo de la ecología. Por ejemplo, la noción de clima  (social) se usa para describir el estado de las relaciones sociales en su interior...

El aula, desde ese enfoque, es percibida como un sistema dinámico que se va modificando gracias a los intercambios de conducta, afectividad, valores y significados generados a partir del tipo de actividades propuesto (Estructura de las tareas académicas) y de los referentes socioculturales de los componentes del grupo en cuestión (Estructura social de participación). Así, la función docente se enriquece al explicitarse la importancia de su dimensión organizadora y de gestión del grupo bajo su tutela. Ello supone reconocer que el profesor no sólo genera - o dificulta - el aprendizaje a través de su intervención docente directa, sino que también lo puede favorecer y producir de forma indirecta mediante su acción reguladora sobre el grupo.
El comportamiento del profesor y de los alumnos genera una dinámica que les exige realizar una serie de tareas con el fin de alcanzar unas metas precisas que, según Posner (1982), se insertan en un Proceso didáctico donde el profesor realiza una tarea curricular ( de enseñanza) que comprende una meta y una serie de operaciones para alcanzarla, usando recursos internos y externos y el alumno realiza una tarea de aprendizaje determinada por el grado de compromiso en la tarea, el ambiente circundante y la representación interna, produciendo así el Conocimiento Experiencial.

Como señala Clark, los estudiantes han sido vistos tradicionalmente como agentes pasivos que acumulan información y cuyo aprendizaje depende exclusivamente de la actividad del profesor. Sin embargo, se pueden identificar, en los últimos años, un conjunto de visiones alternativas. Al igual que los profesores, los estudiantes comienzan a ser reconocidos como transformadores activos del conocimiento y como constructores de esquemas conceptuales alternativos.

Siempre existirá una dependencia entre el ser y su ambiente. Y esto implica que la educación ha de promover un respeto por las diferencias,  la diversidad entre los seres,  las diferencias culturales y sociales y los diferentes procesos de desarrollo humano.  Y en esta concepción encuentra pleno sentido la afirmación de Lundgren (1992: 10) de que “el concepto de curriculum nunca se puede alcanzar sin un entendimiento de la interacción entre el texto y el contexto”.


Poema XXV

Y dije a los guijarros:
-Yo sé que vosotros sois las estrellas que
se caen.
Entonces los guijarros se encendieron,
y por ese instante brillaron.-pudieron
brillar…- como las estrellas.      Dulce María Loynaz


                           
La afectividad en el rescate de lo humano

El sistema-aula puede dirigirse en el sentido ideológico que favorezca un orden artificial, ignorando el desorden creativo, o bien, en una dirección superadora de antagonismos, que desde el desorden colectivo creador e investigativo puede favorecer también una reflexión y crítica. Como dice Porlán, el aula es la matriz del intercambio didáctico.

Así, el conocimiento escolar es un conocimiento compartido que tiene su base en  el flujo de comunicación generado en el aula ( Edwards y Mercer, 1987). Es un conocimineto necesariamente social que se construye mediante la actividad y el discurso compartido. Según estos autores, el conocimiento escolar o educativo se compone de un conocimiento ritual, de carácter instrumental y rutinario ( al que hemos llamado conocimiento académico), y un conocimiento de principios, reflexivo, que no está predeterminado a seguir cursos espacíficos de acción (al que hemos llamado conocimiento experiencial) Ambos constituyen el conocimiento escolar compartido.

La interacción y la interrelación se produce siempre en un entorno afectivo, que comunica a cada uno de sus componentes señales relativas a su propia imagen, a su grado de seguridad inmerso en un entorno que facilita o dificulta el desarrollo de intereses y normas de referencia desde las cuales regular las propias conductas.
La dimensión afectiva ha sido la gran olvidada en los sistemas educativos, es una de las claves para el bienestar personal e influye en gran medida en muchas de nuestras decisiones.  La educación afectiva es un componente clave en el trabajo, la salud, la prevención de desordenes alimentarios, prevención de consumo de alcohol, drogas... Asumir, por tanto, que el aula es un contexto afectivo es un progreso muy importante, puesto que nos permite atender a los mecanismos sociales a través de los cuales un alumno cualquiera puede desarrollar o inhibir sus actitudes personales ante los demás y hacia las actividades que se le propone.
La educación afectiva debe recobrar en los espacios de la escuela y del aula cada vez más respetabilidad, como un elemento de la vida y de la cultura organizacional. Se requiere construir el aprendizaje de la afectividad en la cotidianidad, en la interacción humana y social, mientras transcurre el aprendizaje cognoscitivo, sin convertirlo en otra área más.
La pedagogía de la ternura que abandera la pedagoga cubana Lidia Turner Martí, es  la base de la pedagogía martiana.  Las ideas fundamentales de su pensamiento están en cómo trabajar con un ser humano al que estamos educando, para que pueda sacar lo mejor de sí en su proceso de formación. Va dirigida a la confianza del ser humano en sí mismo, desde las primeras edades; eso le da una gran fortaleza para avanzar en la vida. 

"La educación, en último término, debería orientar a los ciudadanos hacia felicidad".                           
                                                                                                                 Juan de Pablos
 
 





Paradigma pedagógico emergente: Ecopedagogía 

La pedagoga brasileña María Cándida de Moraes, en su Paradigma educacional emergente, conceptúa al individuo “como un hólon, un todo constituido por cuerpo, mente, sentimiento, espíritu. Al mismo tiempo, sujeto de la historia en su dimensión social, dotado de múltiples inteligencias, un ser inconcluso y en crecimiento contante, que necesita educarse a lo largo de la vida, desarrollándose en dirección a la madurez, no sólo en términos de crecimiento físico, sino, sobre todo, de un crecimiento interior cualitativo y multidireccional (...) Un individuo que precisa sobrevivir en un mundo en conflicto, en un contexto en continua modificación de parámetros y referencias”.

En los últimos años, la concepción de la Escuela Ciudadana ha estado marcada por la Ecopedagogía, en la que se enmarcan éstas y otras pedagogías, entendiendo el nuevo currículo basado en la idea de sustentabilidad. La educación para y por la ciudadanía es también una educación para una sociedad sustentable y para la ciudadanía planetaria. La Escuela Ciudadana y la Ecopedagogía se sustentan en el principio de que todos, desde niños, tenemos un derecho fundamental que es el de la ilusión de hacer proyectos, de inventar; todos tenemos el derecho de decidir sobre nuestro destino, también los niños.

En esta línea de pensamiento se nos ofrece una acertada visión de la alteridad

“Al hablar del Otro en mayúsculas, evocamos una libertad que está en juego, una persona que osa, a veces durante un simple instante, hablar finalmente por sí misma, sin limitarse a lo que le dicta la presión social, el miedo al más fuerte o al más influyente, la inquietud de estar o no conforme. El Otro, en este sentido, es un ser que asume su alteridad.

-          Todo ello se  concreta, entre otros, en unos puntos de consenso que aquí tomamos de Moraes
o   el escenario de la esperanza
o   la convicción de la capacidad de entusiasmo y lucha para vivir y convivir
o   la firme creencia en las potencialidades de todos  y en una educación que las desarrolle
o   la consideración de la enseñanza-aprendizaje como proceso continuado y de interacciones
o   el uso de estrategias de aprendizaje transdisciplinarias  motivadoras y colaborativas
o   el deseo de generar nuevos ambientes de aprendizaje que consideren al ser humano valioso en su totalidad y respeten su contexto para enriquecerlo
o   el diálogo creativo para la construcción de inter e intrasubjetividades
o   la educación como generadora de procesos dinámicos constructores de conocimiento y convivencia
o   la necesidad de que el uso de avances tecnológicos, científicos y técnicos sirvan para el progreso de todos los pueblos sin diferenciación
o   la humanización en la interrelación, con actitudes de escucha receptiva y acogida afectiva
o   el acuerdo de educar para una ciudadanía crítica y comprometida que se reconozca como tal.
Ha de ser, por tanto, ésta una enseñanza Creativa, activa, motivadora e implicativa

Tres son los ejes transversales que están presentes en la construcción del paradigma que se presenta:
-          Una opción ideológica crítica y comprometida que guiará la actitud personal y el compromiso social en la educación.
-          Una perspectiva sistémica en la interpretación del mundo que estará presente en la construcción del  proceso de aprendizaje.
-          Una actitud de respeto a la diversidad y acogida en la relación humana que presidirá la conversación educativa.

Cerramos este capítulo con las palabras de Edgar Morin para complementar nuestra reflexión:

La educación del futuro deberá ser una enseñanza primera y universal centrada en la condición humana. Estamos en la era planetaria; una aventura común se apodera de los humanos donde quiera que estén. Estos deben reconocerse en su humanidad común y, al mismo tiempo, reconocer la diversidad cultural inherente a todo cuanto es humano.”

Edgar Morin (cap. III de Los siete saberes…)




Unidad didáctica para 6º de Educación Primaria:
Crecimiento emocional en la escuela. Identificar y expresar emociones

Sonia Martínez Bacas
Diplomada en Magisterio Infantil
Máster de psicopedagogía

Hemos escogido el cuento “La tortuga gigante” incluido en Cuentos de la selva de Horacio Quiroga. Este relato narra una historia cargada de valores como la tolerancia, el respeto, la valentía, las buenas voluntades, el agradecimiento y el amor.

·         Los objetivos que nos proponemos son los siguientes:

-          Aprender a reconocer e identificar las emociones, tanto las propias como las de los demás.
-          Ser capaz de nombrar y verbalizar sus estados emocionales.
-          Aprender a aceptarlas y gestionarlas, siendo consciente de la interrelación entre las emociones que sentimos (emociones-sentimientos), el porqué las sentimos (pensamientos-estímulos) y cómo nos comportamos (palabras y acciones).
-          Comprender la importancia de expresar tus sentimientos y emociones a los demás para recibir apoyo y comprensión.
-          Interiorizar que el autoconocimiento de uno mismo nos aporta confianza para crecer como personas.
-          Manejar las emociones para el crecimiento intrapersonal (autoconocimiento, independencia, autoestima…) e interpersonal (empatía, relaciones interpersonales, solución de problemas…)

·         Las actividades que sugerimos para trabajar el crecimiento emocional están relacionadas con las actitudes citadas por Juli Palou 2004 Montserrat Fons en Actituts que faciliten el creixement emocional dels docents i del seu alumnat . Barcelona.
Son las siguientes:

o   Actividades iniciales

a)      Lectura del cuento

 En primer lugar, les contaremos un resumen sin desvelar el final. Les podemos preguntar cómo creen que puede acabar o qué puede ocurrir. A continuación, procederemos a la lectura del mismo. Finalmente, les haremos preguntas para comprobar que lo han comprendido.

El resumen sería el siguiente:
Un hombre vivía en Buenos Aires cuando, de repente, un día enfermó. La medicación que le recomendaron fue trasladarse al campo para respirar aire fresco y hacer mucho ejercicio. No podía irse de la ciudad ya que de él dependía que sus hermanos pequeños pudieran subsistir; la buena voluntad de un amigo suyo hizo que éste cambiara de opinión al respecto. Su amigo, quien poseía un zoológico, le ofreció ir al monte a cambio de que, de vez en cuando, cazara para él y le ofreciera el cuero de los animales y, así, recibiría monedas que irían destinadas a sus hermanos. El hombre así lo hizo y se marchó al monte; allí comía aquello que cazaba y frutas. Una de las veces que salió a cazar, observó como una tortuga iba a ser la comida de un tigre que tenía un hambre salvaje. Cuando el hombre estaba observando esta escena, el tigre lo vio y se abalanzó sobre él; lo que el tigre no sabía era que ese hombre poseía una precisa puntería y de un tiro acabó con él. Cuando se acercó a la tortuga, vio que ésta estaba muy herida. A pesar del hambre, decidió curarla ya que se encontraba con muchas fuerzas para hacerlo.
La tortuga era inmensa y la había llevado arrastrando hasta su ramada. Con los pocos recursos que poseía consiguió curarla realizando esfuerzo día tras día. En ese momento, fue el hombre quien enfermó y sabía que estaba solo allí y nadie le cuidaría por lo que moriría. Entonces la tortuga pensó que aquel hombre la curó a pesar del hambre que tenía, y decidió que lo curaría ahora a él. El hombre perdía el conocimiento a menudo y creía que continuaba solo y que nadie acudiría a rescatarle. La tortuga decidió cargar con él y llevarlo a Buenos Aires.
El camino se le hizo muy costoso y debía realizar paradas para reponer fuerzas. Cuando estaba totalmente agotada, vio una luz en el horizonte pero no supo qué era y cerró los ojos para morir junto al hombre que le había salvado la vida. Sin embargo, ya estaban en Buenos Aires.
Cuando los encontraron, la tortuga explicó su situación y los llevaron junto al hombre del zoológico quien, al verles llegar, reconoció a su amigo y lo curó. El hombre estaba tan agradecido a la tortuga que le pidió a su amigo tenerla en su zoológico. Allí iba a ser feliz: recibiría numerosas visitas del hombre que le salvó la vida y, además, tendría refugio.

b)      Interpretación de la lectura

Estructuraremos el cuento en escenas para que ellos mismos puedan potenciar su creatividad e imaginación realizando las ilustraciones correspondientes a cada una. De esta manera, los niños plasman aquello que han imaginado y la historia queda más interiorizada.

o   Actividades de desarrollo

1.      Identificando y reconociendo nuestras emociones.

a) Reflexionaremos sobre las emociones positivas y negativas que nos ha hecho sentir el cuento. Además, las compararemos con las que sentimos diariamente y les haremos ver que las emociones positivas son aquellas que hacen que la vida sea maravillosa y las que necesitamos sentir más a menudo. En cambio, las negativas son las que nos impiden estar contentos y felices, por lo que deberíamos expulsarlas de nuestro interior. Para ello, haremos uso de nuestro cuerpo y nuestra voz.

b) Se colocarán dispersados por el aula y les pediremos que se encojan en el suelo como si fueran la tortuga cuando está en su caparazón y siente mucho miedo porque va a ser devorada por el tigre. A continuación, les diremos que esa posición, tan incómoda para ellos, es similar a cuando sentimos una emoción negativa. Para deshacernos de ella debemos pronunciar palabras y tener pensamientos que nos provoquen felicidad y alegría. Poco a poco, nuestro cuerpo se irá relajando y dejará de estar tenso hasta quedar tumbados en el suelo lo más relajados posible, como las tortugas que se encuentran tranquilas y felices cuando están nadando en el agua.

c) En este momento les pondremos una música relajante y les pediremos que dejen fluir la imaginación y, si la música les provoca emociones negativas, deben reflejarlo con su cuerpo encogiéndose como una tortuga con miedo; en cambio si la música les provoca tranquilidad y felicidad, deben pensar en ella cuando está nadando feliz.

d) Para comprobar que los niños son capaces de identificar sus propias emociones, les haremos expresar lo que han sentido dibujando diferentes expresiones de la cara adecuadas a las escenas que más le hayan llamado la atención. Cuando la dibujen, deberán poner debajo el nombre de la emoción (alegría, miedo, tristeza, amor…) y por qué la ha sentido. Si no son capaces de identificar la emoción que han sentido, debemos intentar que expliquen cómo se han sentido con expresiones como: yo, a mí, me pasa que… Y, así, intentar poner nombre a esa emoción. Por ejemplo, cuando el hombre enferma, los niños dibujarán una cara triste y deben explicar por qué lo han sentido así.

2.      Expresión y transparencia de las emociones.

Estas actitudes consisten en expresar aquello que sentimos, dejar al descubierto nuestra verdad interior. Por ejemplo cuando fallece un ser querido, no debemos reprimir nuestro duelo sino expresarlo a los demás, ya que así podremos sentirnos bien con nosotros mismos y recibir apoyo de personas cercanas e incluso de personas de las que no creías que obtendrías apoyo. Gracias a la expresión de sentimientos, mostramos confianza y empatía a los demás, dos actitudes que nos permitirán ser queridos y valorados.

a) Les preguntaremos en qué momento del cuento los personajes expresaban sus emociones y, cuándo lo hacían o qué obtenían a cambio. Uno de los momentos reflejados en el libro sería cuando la tortuga está ante el tigre; la emoción que transmite es miedo porque sabe que se la comerá. O cuando, finalmente, la tortuga se queda en el zoológico a vivir y recibe visitas del hombre que la salvó; la emoción que siente es alegría ya que vive en un lugar en el que no tiene peligro y, además, puede ver con frecuencia a la persona que quiere.
b) Reflexionaremos sobre situaciones que propician en su día a día la aparición de estas emociones, tanto las positivas como las negativas. Debemos conseguir que expresen cómo se sienten en cada momento, y, una vez lo hayan hecho y en caso de que les produzca malestar, ofrecerles nuestra ayuda e intentar reflexionar con cada uno qué podría hacer él para intentar liberarse de esa emoción que no les aporta nada bueno. Es decir, tenemos que conseguir que los niños vean en la expresión de emociones una vía para encontrarse mejor consigo mismos y así poder recibir ayuda, recomendaciones…

3.      Técnica de manejo emocional.

Mediante esta actividad trabajaremos la responsabilidad que trata de proponerse metas, automotivarse, respetar la responsabilidad de los otros, aceptar los errores... Desde edades tempranas, se tiene que introducir la responsabilidad en los niños para que vayan adquiriendo el grado de autonomía correspondiente a su edad y posibilidades. Por ejemplo, tenemos que concienciarlos de la importancia de aceptar los errores, tanto propios como del resto de personas y hacerles ver esos errores como una fuente enriquecedora de aprendizaje. Tenemos que ofrecer técnicas de automotivación cuando se encuentran en momentos críticos, como puede ser que alguien no lo acepte o lo discrimine. Siempre tenemos que ayudarles a ver sus puntos positivos y potenciarlos al máximo.

a) La actividad tiene como objetivo hacerles ver que, cuando somos capaces de detectar una emoción que nos genera malestar, tras un masaje podemos liberarnos de ella para así sentir paz y tranquilidad. Además de realizar masajes, podemos ofrecer que se den abrazos y caricias. Es una actividad mediante la cual los niños pueden mostrar afecto hacia sus compañeros y ser conscientes de que, cuando muestran afecto hacia los demás, recibirán lo mismo y se sentirán queridos y respetados. En todo momento realizaremos comparaciones con el cuento; en este caso podemos hacer referencia al momento en el que el hombre le ofrece ayuda a la tortuga y, en vez de comérsela, la salva. Y ésta se lo agradece prestándosela cuando él iba a morir.

b) Además, para ayudarles a autoregular emociones negativas, se trata de realizar ejercicios en los que los niños aprendan a respirar adecuadamente en una situación que les provoca enfado y rabia. Y así, por medio de la respiración, son capaces de canalizarla y evitar posibles comportamientos negativos.

4.      Proyectando nuestros deseos e intenciones.

Cuando los niños sienten una emoción negativa que se deriva de una acción propia, no se sienten bien consigo mismos. Por consiguiente, deben saber que los deseos se pueden hacer realidad siempre y cuando seamos capaces de activar nuestras buenas intenciones, pensamientos y actos.
Cada niño escribirá su deseo en una hoja, por ejemplo “Deseo ser más cariñoso”. Después, se intercambiarán los papeles entre los compañeros y cuando un niño lea un deseo (que será el de uno de sus compañeros), pensará y decidirá si él también lo desea. Si es así, le haremos preguntas para que nos explique por qué lo desea y qué puede hacer para conseguir lo que desea. Si, por el contrario, considera que él ya es cariñoso, le recomendará a su compañero acciones que hace en el día a día para transmitir cariño y afecto. Y de este modo, entre todos, se irán ayudando para llegar a cumplir sus deseos.

5.      Aprender a confiar.

Otra actitud para el crecimiento emocional es la confianza. Consiste en buscar la parte positiva de cada uno. Todos tenemos puntos positivos y puntos negativos, se trata de potenciar aquello positivo, puesto que no tenemos que olvidar que cualquier persona tiene algo bueno para enriquecer tu vida. Cuando encontramos a personas que nos aportan apoyo, comprensión y afecto  creamos un vínculo afectivo con esta persona que es capaz de transmitirnos la confianza necesaria, como, por ejemplo, para contarle aquellos problemas o dudas personales y confidenciales que te pueden surgir a lo largo de tu vida. Haciendo referencia al cuento, a medida que va transcurriendo, el hombre y la tortuga se prestan ayuda y agradecimiento. A raíz de ello, se genera un vínculo de confianza que existirá para siempre.


6.      Ser paciente.

La paciencia es fundamental para conseguir saber esperar, tener perseverancia y escuchar nuestras necesidades y las de los otros. Es importante educar al niño desde pequeño a respetar el turno de palabra de los compañeros, sus opiniones y sentimientos. En cuanto al profesorado, tiene que tener paciencia y dar la posibilidad al niño de que encuentre la solución a un problema por sí mismo sin dar una respuesta directa. Él tiene que enfrentarse a las situaciones por él mismo y nosotros les tenemos que dar una ayuda controlada y adecuada a sus necesidades. Les haremos ver cómo, en el cuento, el hombre es paciente con la tortuga y viceversa, ya que todos los días uno le cura al otro pese a no saber si sobrevivirían. Ambos tienen esperanza y saben que si eres paciente y no abandonas, tendrás más posibilidades de obtener aquello que te propongas.

7.      La empatía

Esta actitud consiste en tener en cuenta cómo se siente el otro y ponerse en su lugar. Es clave para establecer buenas relaciones con las personas que te rodean. Además, se debe trabajar una buena inteligencia emocional desde que los niños son pequeños para que adquieran la capacidad de identificar las propias emociones y también las del resto de personas. Esto les ayudará a ponerse en el lugar de otros y, en definitiva, a crear buenas amistades basadas en el respeto, comprensión y afecto. Por ello, podemos hacer referencia al cuento ya que tanto el hombre, la tortuga o el amigo que le ofrece ir al campo para curarse, tienen empatía e identifican las emociones tanto de sí mismos como de los otros. Su amigo del zoológico le ofrece ir al campo, ya que sabe que de esta manera, podría curarse. No obstante, el hombre no quiere ir porque tiene hermanos a los que debe alimentar. Y en este momento, su amigo es capaz de ponerse en el lugar del hombre y le ofrece monedas para sus hermanos a cambio de que cace animales y le entregue las pieles. Reflexionaremos sobre qué sentirían ellos si algún ser querido se tuviera que ir lejos y no pudieran verlo durante una temporada. O qué harían si se encontrasen a un animal en peligro.

o   Actividad final

La armonía

Es otra actitud necesaria para el crecimiento emocional. Tenemos que ser conscientes de que cualquier niño puede responder ante una determinada situación de manera inadecuada; por lo tanto, se tendría que trabajar la regulación de las emociones y saber aquello que tenemos que expresar en cada momento para que sea beneficioso para sí mismo y para todos.
Haremos referencia al cuento analizando las acciones de cada personaje y sus buenas voluntades. Reflexionaremos sobre la situación final de armonía y felicidad generada a partir de la generosidad, la cooperación y el amor entre los personajes. Es importante que entiendan que es necesario regular nuestras emociones y ofrecer amor y generosidad a los demás, y así, obtener lo mismo. 
“Y así pasó. La tortuga, feliz y contenta con el cariño que le tienen, pasea por todo el jardín, y es la misma gran tortuga que vemos todos los días comiendo el pastito alrededor de las jaulas de monos. El hombre le va a ver todas las tardes y ella conoce desde lejos a su amigo, por los pasos. Pasan un par de horas juntos, y ella no quiere nunca que él se vaya sin que le dé una palmadita de cariño en el lomo.”

o   Escuela de padres

Para finalizar, es importante trabajar la educación emocional con las familias mediante la creación de espacios de participación entre los padres y la escuela.

- Atenderemos  individualmente sus necesidades e inquietudes favoreciendo confianza y respeto mutuo. Se trata de que la familia vea la escuela como un espacio en el que recibirá ayuda y orientación.

- Un taller de familias para hacer actividades relacionadas con la gestión de las emociones y saber cuáles son las estrategias para poder ayudar a sus hijos en la identificación, expresión y manejo de sus emociones.

-  Se propiciarán la reunión en Asambleas para compartir temas de interés, inquietudes y experiencias.




INTRODUCCIÓN: Importancia de  la Literatura en la Educación Emocional

Este libro va especialmente dirigido a los tutores y  profesores de las Aulas de convivencia y a los que tienen una especial sensibilidad e interés en  aquellos niños-adolescentes que no son capaces de seguir una clase normal e impiden el derecho al aprendizaje de sus compañeros. Suelen ser alumnos con problemas emocionales que no tienen claro qué quieren hacer de su vida y no encuentran la orientación idónea que les permita encauzar sus verdaderos talentos.
En nuestra sociedad y centros educativos, no se educa, en general, la personalidad, ni  se enseña a superar problemas familiares, decepciones o fracasos; sólo se instruye para conseguir el éxito, pasar exámenes, saber matemáticas, nombres de plantas, animales, ríos,  ciudades o morfosintaxis, con lo que la memoria se puede convertir en un depósito de datos inútiles… y muchos de los alumnos citados no  son capaces de desentrañar el sentido de su vida y ver la utilidad de tales conocimientos.
Informar y repetir la información transmitida como hacen los ordenadores y se repite en muchos centros educativos,  no es formar personas. Acabamos teniendo estos niños desinteresados, desconcentrados y enfermos porque este sistema social controlador con muchos estímulos pretende que se repita lo que se ha aprendido forzando el correcto desarrollo de la mente y la personalidad.

Si la educación actual está en crisis, es porque no es tan humana como sería de desear y sólo forma para un mundo competitivo donde todavía valen los títulos y los diplomas. Hay que transformar el mundo, como decía el padre Vicente Ferrer, en Humanidad, y por consiguiente, la educación debe ser más humana y no más mecánica.

Contar historias, hablar de nuestros sueños, fracasos, inseguridades, logros o errores que es lo mismo que repetir las historias que nuestros antepasados o contemporáneos nos han transmitido, es la mejor manera de enseñar. Eso es Educación Emocional a través de la Literatura.

Si mostramos lo que es la solidaridad y generosidad con todos los seres de este planeta,  una visión crítica de los valores actuales, la publicidad y la televisión, la  no discriminación social, la integración y a no tener pensamientos ansiosos, muchos alumnos con fracaso escolar superarán sus deficiencias y encontrarán su vocación o talento oculto. Interesa la bondad y la verdad que palpita en el fondo del corazón. Las enseñanzas  llegarán de alguna forma al que ponga o tenga interés.

 El alumno que sólo se preocupa  por un examen, por la obtención de una nota, por ser competitivo, no  va a encontrar   la felicidad ni a conseguir una formación profunda sobre la base de lo que son sus verdaderos talentos. Ser esclavos de una nota o un pensamiento de ansiedad,  no les enseñará a ser sabios, a estar tranquilos y tener perspectiva para averiguar lo que les interesa de verdad, a conocer su verdadera valía,  las verdades de la vida  o  las emociones que les invaden continuamente porque se sienten incomprendidos y desconocen cómo gestionar o encauzar.

Tenemos que enseñar a pensar con la Literatura. A través de ella, se han contado  muchísimas cosas importantes. Hay grandes motivos para ser felices con las cosas pequeñas, simples, anónimas y con lo diario. No es necesario “triunfar”, en el sentido que todos entendemos por esa palabra, para ser feliz. Se ve mucho  la televisión y se lee poco, se pasa un tiempo considerable en Facebook y no se medita,  se muestran las figuras que rigen el mundo, la economía, la política, la moda, sus palabras..  y se pierde el placer por la rutina diaria, lo que da lugar a una generación de gente insatisfecha que pretende parecerse a los modelos que ahí se muestran. Se tiene más interés en estas nuevas tecnologías que interactuando con los otros o interiorizando lo que nos llena, satisface, o nos transmite calma.

Si Educar es, en su sentido etimológico, conducir, sacar lo que llevamos dentro, ser artesanos de la personalidad, poetas de la inteligencia, sembradores de ideas para transformar la información  en conocimiento y éste en experiencia como dice Auguste Cury en su libro “Padres brillantes, maestros fascinantes”,  no vamos por buen camino.

Planteamos aquí explorar nuestro propio ser también en la escuela por medio de la Literatura, trabajar con las contradicciones propias y las de la vida, experimentar con el optimismo o el pesimismo, aprender a no tener miedo al fracaso, a enfrentar nuestras propias manías y nuestra particular ansiedad buscando la aceptación, valores y  libertad dentro de nosotros. E importa empatizar con los problemas, dificultades y dolores de nuestros semejantes. Estas actividades, procedimientos o ejercicios forman parte de la Educación Emocional. Como dice Jorge Edwards en la entrevista realizada por Antonio Lucas en el periódico El Mundo el 27 de enero de 2013 la literatura es salud: “Nunca he estado en el diván de un psiquiatra pero sé que mi salud es la literatura. Cuando escribo me siento muy bien, equilibrado, de acuerdo conmigo mismo.[…] La literatura es una forma de realizar cosas frustradas, reprimidas y complicadas en mí. La edad me ha dado una visión de la dificultad de las cosas y del conflicto.”  

Queremos enseñar a dirigir la propia vida,  a descubrir los talentos  individuales sin repetir a otros, a ser líderes de sí mismos,  a gobernar pensamientos y emociones previniendo enfermedades emocionales y físicas en vez de tratarlas. Si no tenemos el valor de  encontrarnos, reconocernos y decirnos a nosotros y a nuestros niños que nos queremos como somos, con nuestros miedos, manías, valores, forma única de ser, imperfecciones… no aprenderemos lo vital.

La inmensa cantidad de estímulos que recibimos en este siglo XXI nos lleva a consumir, a ser individualistas, a querer triunfar, a poseer más que el vecino, a no tener una interiorización de las cosas… Con este manual, pretendemos reeducar esta tendencia y mostrar nuevos caminos en la educación.

No hará falta que sigamos o imitemos a nadie (aunque siempre habrá Maestros). Nuestra intuición y dudas estimularán nuestra inteligencia, la provocarán, cuestionarán lo que otros consideraron una verdad inamovible y sólo les sirvió para avanzar en su propio camino. Aunque nos ayuden bastante, no hace falta recurrir al constructivismo de  Piaget, al arte de pensar o a la zona de desarrollo próximo de Vigotsky o a las inteligencias múltiples de Gardner. Todos somos conscientes de que hay muchos tipos de talento o inteligencia. Como nos enseñan los verdaderos Maestros, todo está dentro de nosotros y aprendemos cuando lo deseamos o estamos preparados… Nunca las mismas respuestas sirven para todo el mundo.

Lo que se transmite en este libro es algo que parte de la experiencia propia. Son ya muchos los años de búsqueda, como alumna primero y docente, más adelante, desde temprana edad, tanto con los niños de mi pueblo,  como con mis propios hijos y con los muchos alumnos que he atendido. Siempre intenté interesarles en lo que se suponía debía intentar enseñar. Ahora sé que la clave está en la persona a la que algo o alguien puede estimular y/o llevar a buscar por sí mismo lo que considere importante para su vida. Es la vida la que nos conduce hacia lo que es importante. Que nadie busque recetas mágicas, pues no existen y cada ser humano es distinto y un misterio a desentrañar.

Las sugerencias que se hacen, en términos de ejercicios o actividades para los textos literarios, sólo son indicativas y pueden servir o no dependiendo del interés o motivación de los  niños que tendremos delante. Seguramente habrá que cambiar muchas cosas y sólo podremos hacerlo desde la intuición y la escucha de las necesidades de nuestros semejantes, en completa libertad, sin tener una programación rígida que seguir o unos objetivos imprescindibles  a los que llegar. Bastará con que queramos  conseguir algo para que se nos escape de las manos. Si  sirven para que ese niño al que se etiquetaba como descarriado o, ahora, como disruptivo, que molestaba en clase, encuentre algo de su interés, podremos darnos por satisfechos. Si nos viene a la mente, en plena clase, ante el desinterés de muchos, alguna de las historias que aquí se transmiten para contarla  en ese momento a nuestros educandos, y esto les lleva a leer el libro entero, habremos conseguido mucho.
Todo lo que sucede es importante, tanto como el vuelo de la mariposa. Como dice Seth Godin en !Hazlo!, hazlo tú también. “El ser humano es por esencia, un iniciador. Pero nos han cortado las alas; nuestros padres nos reprimieron, los compañeros nos rechazaron, los profesores nos engañaron, las autoridades nos organizaron, las fábricas nos contrataron y nos lavaron el cerebro  una y otra vez para que evitáramos cualquier comportamiento problemático” (pág. 60-61). “Y la sociedad no se compadece de los que no se integran. Los aislamos, los insultamos y hasta los acosamos. Parte del adoctrinamiento que nos lleva a la conformidad viene de la presión social” (pág. 58). Repito sus palabras porque estoy de acuerdo con las mismas y  animo, a mi vez, al que lea esto  a ser uno mismo, a discrepar y a reencontrarnos.





[1] Cf. M. Sanjuán (2007), “El discurso literario en la construcción del sujeto: la escritura autobiográfica como fuente de información”, en Lenguaje y Textos, 26, diciembre 2007, pp. 63-78.
[2] M. Petit (2001), Lecturas: del espacio íntimo al espacio público. México: FCE, p. 31.
[3] Baste mencionar las conocidísimas obras de L. S. Vygotsky, La imaginación y el arte en la infancia (1930); B. Bettelheim, Psicoanálisis de los cuentos de hadas (1976) o J. Bruner, Realidad mental y mundos posibles. Los actos de la imaginación que dan sentido a la experiencia (1986).