PROGRAMACIÓN
DE UN AULA DE CONVIVENCIA
1--Dinámica y funcionamiento del
Aula:
Atención a los alumnos
En
la atención a los alumnos nos guiarán los cuatro pilares fundamentales de la
Educación ya señalados por la Organización de las Naciones Unidas (Aprender a
Ser, Aprender a convivir, Aprender a hacer, Aprender a aprender) y el que nosotros consideramos esencial:
Aprender y profundizar en nuestra
dimensión Humana-Espiritual que nos
diferencia de otros seres.
Atenderemos
de forma individualizada y en pequeño grupo. Haremos un seguimiento en casos de niños con
comportamientos disruptivos graves, tanto de forma puntual en horas aisladas
como a diario mediante un horario pactado con las familias, el/los alumno/s y
jefatura de estudios. Si un grupo no funciona, se intentará modificar su
composición.
Asimismo,
se puede atender a grupos de alumnos en la hora de tutoría a petición de los tutores.
Coordinación
La
coordinación con el Departamento de Orientación es muy importante. En un principio, se centrará en informar a la
psicóloga de las características de
los alumnos a los que se atiende y la mejor forma de hacer su seguimiento. En
reuniones posteriores, se valorará la posibilidad de hacer un documento similar
al que firman los padres para el Aula de
Pedagogía Terapéutica.
La
coordinación con Jefatura de estudios se plasma en la ficha oficial del alumno
que acude al Aula, el control de
asistencia en grupo a esta clase, por parte del
profesorado de guardia, el ajuste de los cambios continuos producidos por el
absentismo endémico de algunos y la reducción de atención a algunos que no acuden en el horario que se les adjudica.
El contacto con los Servicios Sociales del Ayuntamiento debe ser continuo, incluidos
los casos de expulsiones? del centro escolar. Este punto es muy polémico por cuanto, en la Comunidad Valenciana, el Decreto 39/2008 no puede olvidar el derecho constitucional a la educación de los menores de edad.
Respecto
a la coordinación con compañeros del claustro, se plasmará en la atención en
grupo a las clases cuyos tutores lo soliciten o en que se atienda a los niños que se proponen or problemas de autocontrol o disruptivos. No se puede impedir el normal desenvolvimiento de las clases y el derecho del resto de alumnos a tener una educación de calidad.
Asimismo, el profesor contactará o se reunirá con
las familias de estos niños. Los resultados son más positivos cuando los padres colaboran con el centro escolar y se percatan de los
esfuerzos de sus hijos para mejorar su conducta, o incluso llevan al seno familiar las
actividades que se les enseñen en este Aula.
2--Materiales del Aula
A
principio de curso, se preparará y organizará el Aula de convivencia. Se comprarán cuencos tibetanos de distintos tamaños y unos crótalos, colchonetas, toallas, cojines y pelotitas de distintos tamaños para
diferentes tipos de relajación. Las cartulinas de colores servirán para hacer
visualizaciones en las relajaciones guiadas. Rotuladores, pinturas, plastilina y material
de oficina para utilizar en clase, servirán para plasmar estados de ánimo mediante dibujos, collages, modelado,...
Un aparato de música y ordenador con acceso a internet servirán para crear una ambientación apropiada y propiciar la expresión corporal de los alumnos que lo consideren oportuno, para preparar textos para dramatizar o hacer una revista o periódico escolar.
El libro “Textos literarios para la Educación Emocional” se utilizará para leer, copiar, comentar, etiquetar, trabajar las emociones....
Un aparato de música y ordenador con acceso a internet servirán para crear una ambientación apropiada y propiciar la expresión corporal de los alumnos que lo consideren oportuno, para preparar textos para dramatizar o hacer una revista o periódico escolar.
El libro “Textos literarios para la Educación Emocional” se utilizará para leer, copiar, comentar, etiquetar, trabajar las emociones....
3--Contenidos o temas y Objetivos didácticos
Los
contenidos principales son el conocimiento y estima de
la propia y distinta personalidad, la conciencia y autorregulación emocional, la cooperación y ayuda, la
socialización, la comprensión de la dimensión espiritual del ser humano.
Los
objetivos en relación a lo anterior son, fundamentalmente,
favorecer el equilibrio personal-emocional mediante diversas técnicas de
relajación y autocontrol, desarrollar la autoconfianza y la autoestima al
incrementar la capacidad de comprender y
regular las emociones para conocerse uno mismo y encontrar su vocación y responsabilidad,
incrementar la competencia social, evitar la disrupción y violencia entre iguales
así como la falta de respeto a los derechos de los demás compañeros, profesores
y personal del centro.
A continuación, recogemos
todos los objetivos didácticos del
manual que usaremos en el Aula junto con
los contenidos o temas por cuanto este libro nos parece el material más adecuado para abordar
de forma dinámica, entretenida y, mediante distintas terapias expresivas, todo
lo señalado.
“Textos literarios para la
Educación Emocional”
Cap. 0. Marrón. Formación o existencia del mundo. No nacer.
1—Explicar la función sanadora de
la literatura. Entender la formación del mundo y nuestra existencia mediante
relatos o poemas.
2—Pensar sobre la posibilidad, o
no, de nacer.
3—Valorar lo que supone el
nacimiento de un hombre.
Cap. 1. Rojo. Nacimiento y sentido de nuestra singularidad. Tener o no tener padres queridos que desean
a sus hijos y les enseñan cosas. En su
defecto, tener abuelos, hermanos, tíos u otras personas que cumplen esta misión.
1—Reconocer las circunstancias de
nuestro nacimiento y el amor recibido.
2-- Comprender que un hijo es un
regalo del cielo.
3—Aprecir el significado del
nombre y apellidos familiares
4—Constatar la importancia de la
ternura para ser felices
5—Distinguir las cosas esenciales
de la vida
6—Aceptar el cuerpo y la
personalidad para conseguir la armonía o felicidad
7—Querernos en nuestra
singularidad y diferencia
8— Etiquetar y conocer el porqué
de nuestras emociones y sentimientos y su raíz u origen
9—Aproximarse a la historia
reciente de nuestra familia mediante la historia y los cuentos
10—Aplicar la intuición e
investigar el misterio de lo incomprensible. Iniciar un Diario
11—Entender la diferencia entre
ser, comportarse y etiquetar
12—Ampliar vocabulario sobre
comportamientos humanos y meditar al respecto
13—Animar a la lectura de
“Historia de nadas”. Profundizar en la frase: “no todo se puede explicar”
Cap2. Naranja. Aprender en la escuela con maestros que
ponen todo su corazón.
Personajes de verdad.
1—Mostrar a nuestros niños la
existencia de distintos tipos de escuelas y aprendizajes en el Mundo
2—Deslindar los conceptos de
libertad, respeto, normas, disciplina, derechos
3—Apreciar y recitar poesía o
cantar. Asociar esto al conocimiento de materias muy diversas
4—Animar a escribir poesía a
partir de textos sencillos
5—Dominar el sentido denotativo y
connotativo del léxico
6—Motivar a los alumnos con el
misterio, el talento oculto, la imaginación y lo desconocido. Enseñar técnicas
distintas de relajación.
7—Aprender de los errores,
fracasos y desilusiones y vislumbrar las
ventajas de ganar al perder
8—Captar la vocación que nace del
fondo del ser
9—Apreciar la autenticidad y
personalidad fascinante de Personajes de verdad. Ir más allá de la apariencia o
lo físico
10—Leer correctamente captando
las metáforas y redactar en el Diario imaginando
Cap 3. Amarillo. Conformar la personalidad. Aprender de la vida, y de los
seres que nos rodean. Comenzar a ser uno mismo, tomar conciencia del ser,
viajar contrastando pareceres, pensando.
1—Aprender lo que es fundamental
para ser uno mismo, ser feliz y disfrutar en la vida
2—Indagar sobre las enseñanzas
que desprenden los textos para el desarrollo de la personalidad
3—Valorar qué sucede al castigar
a los niños
4—Captar las enseñanzas que nos
ofrece la vida al observar a los
animales, a las personas y a los robots que ya empiezan a acompañarnos
5—Animar a la lectura de un libro
de otra cultura, Marruecos. Pensar en cómo “ Sueños en el umbral” nos enseña
infinidad de cosas sobre la verdad, las palabras, la felicidad, la timidez,
cambiarse a uno mismo, el miedo, el
poder , las cualidades, la madurez
6—Escuchar a los ancianos y campesinos de países como
China, personas especiales, bufones, Maestros o sabios para aprender cosas
nuevas
7—Constatar lo que podemos hacer
juntos y nos une. Memorizar canciones con mensaje para llevarlas al teatro
con motivo de una conmemoración
Cap 4.1 Rosa. Enamorarse y llegar a querer de verdad.
1—Entender la llamada del Amor
2—Apreciar y no renunciar a la
propia personalidad al enamorarse
3—Modular o moderar la respuesta
ante el poder del amor y lo que nos atrae
4—Reconocer la transformación que
supone sentir el amor y captar las metáforas que se usan para describirlo
5—Comprender emociones,
sentimientos y respuestas diversas cuando el amado no nos corresponde como
esperábamos
6—Apreciar textos literarios que
abordan el tema del amor e imitarlos
escribiendo de forma adecuada y
coherente. Asociar colores con estados de ánimo
Cap 4.2 Verde. Enamorarse y llegar a querer de verdad.
1—Aproximarse al conocimiento de
los elementos y emociones fundamentales que conforman el amor: empeño,
constancia, dolor, decepción, renuncia a la posesión, solidaridad, libertad
2—Captar las señales del cuerpo
ante las decepciones amorosas de todo tipo y graduar o controlar las respuestas
externas
3--Valorar los sentimientos
propios y las decisiones importantes que podemos tomar. Aprender a soportar la
presión de los demás.
4—Entendernos. Fluir. Comprender
y aprender a cambiar la mente y los sentimientos negativos. Insistir, repetir
técnicas de visualización-relajación
5—Aceptar a los otros, querer de
verdad y saber educar
6—Protegernos y aceptar la ayuda y consejos de los seres
queridos
7—Distinguir los distintos tipos
de amor y sus secretos
Cap 5. Azul. Comunicar lo que uno desea y ayudarse.
Superar el miedo.
Seguir una vocación o un deseo.
1—Utilizar las palabras y los
gestos para pedir ayuda y expresar sentimientos de dolor, tristeza, miedo
2—Favorecer la convivencia
animando a la lectura de obras
pedagógicas que hablen de cooperación y solución de graves problemas
3—Acostumbrarse a decir la verdad
y ver las consecuencias de la mentira. Saber discrepar y adoptar perspectivas
distintas de los mismos asuntos
4—Prevenir y oler el peligro,
afrontar el miedo ayudándose de lo que nos comunican los sueños, la
cromoterapia…
5—Preparar a la gente para educar
hijos responsables e independientes
6—Captar los valores
fundamentales en la actuación de los niños y evitar la violencia
7—Distinguir actuaciones
correctas o adecuadas e incorrectas
8—Confiar en los buenos
pronósticos y en uno mismo
9—Orientar a los niños para seguir la misión de cada uno, y tomar decisiones apropiadas, justas y
generosas
10—Conocerse a uno mismo y la
señales del propio cuerpo, superarse o controlarse y tener valor
11—Vencer los miedos con ayuda,
buscar soluciones y ser feliz ayudando. Fomentar una cultura de paz
Cap 6. Violeta. Ser un hombre de verdad. Unir la dimensión espiritual a nuestra
encarnación física. Asumir la incomprensión del entorno, el sufrimiento, la no consecución de ciertos
deseos. Aceptar las injusticias y encauzar
la cólera, rabia, ira o enfermedad.
1—Descubrir que es ser un
hombre y su verdadera naturaleza
2—Crear nuestra realidad a partir
de nuestros deseos e intuiciones y deslindarlos
o separarlos de los deseos o de las personas de nuestro entorno
3—Reconocer el origen de nuestro
dolor y desgracias y encauzar las rabia, ira, malestar mediante técnicas de
visualización-relajación, cuencos tibetanos y terapias expresivas diversas
4—Aceptar la diferencia y
canalizar el aislamiento o marginación con terapias como la escritura, dibujo,
expresión corporal y canto o gritos armónicos, esconderse…
5—Buscar respuestas apropiadas al
malestar de cada uno en la naturaleza, personas íntegras…
6—Valorar si nos aceptamos,
queremos y estamos satisfechos con nuestra vida. Meditar
7—Comprender las consecuencias de
nuestros actos y el amor u odio que despertamos en los demás al leer historias
y dramatizarlas o ejercitar la expresión corporal
8—Empatizar y compartir momentos
o experiencias con amigos y compañeros
9—Desear ser uno mismo y cumplir
los deseos y sueños propios
10—Reír y disfrutar al dar y
recibir
Cap 7. Blanco. Muerte. Sensibilidad hacia los muertos. Madres muertas.
1—Captar la conexión y proximidad
de la vida y la muerte y las posibles causas de la misma
2—Reconocer distintos tipos de muerte
y su magnitud e importancia
3—Animar a la lectura de un libro
de Paul Auster que recapitula experiencias vividas cuando el protagonista se
acerca a su final
4—Reflexionar sobre deseos o
recuerdos al prever la muerte
5—Pensar cómo escapar a la muerte
6—Comentar la relación entre la
muerte y la vida de otros seres, tanto
entre los animales como en relación a las personas
7—Aceptar el dolor y tristeza
subsiguientes a la desaparición del cuerpo y encauzarlo con la lectura de
poemas o relatos magistrales en la literatura
8—Debatir la repercusión social
de ciertos decesos comparándolos con los de las personas anónimas.
9— Analizar poemas, relatos y pensamientos diversos en torno a la muerte
10—Valorar la posibilidad de la
vida espiritual tras la muerte en la naturaleza y los seres con los que se
convivió
11—Debatir en clase sobre si los muertos viven en
el recuerdo y hablan o cuidan a los
vivos
12-- Consolar con la idea de que
la muerte lleva a otro lugar y puede incluso transformarse en alegría. Superar
el miedo a morir y a los muertos
Cap 8. Dorado Otras vidas. Trascendencia.
1-Mostrar distintas opiniones
sobre la existencia del espíritu tras la
muerte física y terrenal o la existencia de algún Dios
4--Metodología
Será muy flexible para ajustarse
a la idiosincrasia y particularidades de los distintos alumnos que acuden al
aula. El trabajo no puede estar muy reglado por
cuanto depende de las ganas del alumno. Este, en ocasiones, no se compromete
con nada. Dependiendo del ánimo, compromiso y problema diario, se buscará la
mejor solución. La intuición del profesor, que dispone de una variedad
importante de materiales y recursos para abordar las distintas circunstancias y
problemas, es la mejor guía para tratar a la gran diversidad de alumnos. El primer día se les hará una ficha
y, según sus gustos, problemática conductual y nivel académico, se intentará profundizar, orientar y trabajar en
todos eses niveles.
El ambiente debe favorecer la introspección-concentración, la pausa, la
lentitud y comprensión, la acogida.
El contacto personalizado,
de escucha activa en silencio, el
contacto visual, auditivo, ocular, corporal… debe potenciar también la atención
conjunta siempre que sea posible. El clima de colaboración y comunicación del
aula debe hacerse extensivo a otros
compañeros y miembros de la
comunidad escolar. Vamos hacia un nuevo paradigma donde debe haber cabida para
otro tipo de creencias sobre cómo son los demás y se trabajarán todo tipo de
diferencias y personalidades.
El feed-back debe ser coherente, basado en observaciones
concretas, y centrarse en transmitir el apoyo a lo bien realizado y ejecutado,
y la corrección de las conductas a mejorar. El profesor se percatará de los
cambios de intereses y actitud del alumno y le alentará a continuar en el camino adecuado y
correcto reduciendo su ansiedad .
Se aunarán métodos de las distintas disciplinas, tanto de la
Literatura como del mundo de las Ciencias, Artes Plásticas, la Música y la Expresión
Corporal para encauzar la expresión de los sentimientos y emociones así como
los potenciales talentos de los distintos niños mediante Terapias Expresivas Diversas y ajustadas a sus intereses.
Los aprendizajes serán funcionales y se extenderán a la vida
del alumno, no sólo a la realidad del aula. Se intentará que afecten a la toma
de conciencia de su Ser, su responsabilidad y cambio de hábitos nocivos, así
como las acciones posteriores necesarias
para obtener el éxito personal, que incluirá su equilibrio y felicidad y sus
decisiones académicas.
5--Actividades
Las
actividades serán muy variadas. Para el autocontrol, la relajación y la atenuación de la agresividad, irán desde la terapia con pelotitas en pies, mandíbula, manos... a ejercicios de
reeducación postural global y equilibrio, o relajaciones guiadas con
cuencos y visualizaciones de colores e historias con sonido.
Para
la comprensión, reflexión y meditación sobre sus conductas, personalidad,
preocupaciones e intereses, usaremos los textos del manual “Textos literarios
para la Educación Emocional” de Ediciones Sar Alejandría.
Dicho
manual está organizado en distintos capítulos con actividades puntuales. Como muestra,
pueden observarse tanto las actividades generales que adjuntamos en el anexo como
el segundo capítulo en documento adjunto . Añadimos los prólogos que hablan
de la importancia de la literatura en la educación emocional, los nuevos
paradigmas pedagógicos emergentes y una unidad didáctica para Primaria. El libro de texto, especialmente orientado a
las aulas de convivencia, tutores y la educación en valores de forma
transversal en cuantas asignaturas se considere oportuno, se presentó a la
Consellería de Educacíón de la Comunidad Valenciana el curso pasado
para su posible edición y reparto gratuito entre los centros de la Comunidad.
Actividades generales dirigidas a los alumnos relacionadas en la Introducción del libro “Textos literarios
para la Educación Emocional”
Se trata de
trabajar y profundizar en las emociones y el conocimiento de uno mismo para
desarrollar todo el potencial humano del alumno después de captar y analizar lo
que han vivido otros personajes de ficción. En algunos casos, se han subrayado momentos
importantes, sentimientos o estados de
ánimo para facilitar la tarea del profesor. En su momento, de forma puntual,
se plantean otros ejercicios a lo largo de los distintos capítulos para
completar la comprensión e interpretación de los fragmentos y trabajar algo de
lo ya señalado. Las actividades que siguen pueden ponerse en práctica en
muchísimos de los textos literarios seleccionados.
1.- Ampliación
del vocabulario referente a los afectos, emociones y sentimientos y el
lenguaje simbólico mediante:
a) .Lectura, dictado o copia de los textos
seleccionados en función de los alumnos.
b).Etiquetado
de las emociones percibidas en los mismos. Identificar y nombrar emociones o sentimientos negativos,
reduce su intensidad y devuelve poder a la parte más racional de la mente. Los
pensamientos negativos dañan el cuerpo y hay que evitarlos poniendo el foco en
los positivos.
2.- Aprendizaje
visual y corporal. Búsqueda de fotos en el libro, álbumes familiares o en
prensa sobre dichas emociones e investigación de los gestos que las
acompañan y las sensaciones que nos transmiten. Hay un lenguaje universal
de las emociones que se puede aprender porque se muestra en gestos de la cara y
el cuerpo: arrugar el ceño, la nariz, rascarse o tocarse una zona del cuerpo,
unir o separar los brazos y las piernas, sonreír de una u otra forma,
tartamudear, tragar saliva..
3.- a) Expresión
libre de las emociones seleccionadas, dependiendo del momento,
mediante el cuerpo, la voz, la música,
la pintura, máscaras, fotos… Coordinación con otros profesores de otras
materias para potenciar los efectos de la liberación si se considera oportuno.
.b) Interpretación,
consecuencias y análisis de las emociones anteriores tras observar por
experiencia propia qué sucede con cada una de ellas tras esa canalización o
expresión.
4.- Ejercicios
de percepción emocional tanto a nivel mental-intelectual como físico a
partir de la propia experiencia guiados por el profesor y después de la
lectura de los distintos fragmentos. Observación-memoria de episodios vividos y
observación-comprensión de los cambios producidos en el cuerpo al revivir
dichas emociones o estados: circulación sanguínea, respiración, secreción
(reacciones somáticas a las emociones).
Los sueños.
5.- Escucha del
cuerpo y su estado general a partir de las siguientes actividades programadas
en varias fases:
a- Motivación-estimulación del adolescente enfocada a la superación de dificultades
académicas y personales mediante actividades diversas, con ojos abiertos y
cerrados: Observación del cuerpo y el grado de atención y relajación de la
mente, respiración y relajación holística, masaje metamórfico, escucha de voces melódicas, músicas étnicas, ondas
alfa y theta, relato de episodios históricos o cuentos, recitación de poemas
por los propios autores o distintos artistas, visionado de danzas, películas…
b- Práctica
tras las experiencias: cambios de la modulación de la voz al cantar, relatar, recitar; cambios en el cuerpo al
bailar, hacer teatro…
c- Posterior análisis
e integración de las experiencias vividas mediante la observación de los cambios
producidos en su cuerpo a partir de ejercicios de autoconciencia corporal
dirigidos por el profesor. Se irán revisando uno a unos todos los elementos del
cuerpo, frente, ojos, boca, mandíbula, brazos… y se constatará si su
distensión, apertura, apoyo en el suelo, movilidad y armonía es mayor que al
comienzo del ejercicio.
6.- Exposición
oral de experiencias personales que se quieran compartir tras la
realización de la actividad anterior. Reflexión del profesor que versará
sobre la comprensión de que la emoción es la respuesta a la
consecución o no de objetivos, necesidades, motivaciones, interacción social… y
que uno no es la etiqueta o el jugador que ese día salió a la cancha cabreado,
con miedo al fracaso o gozoso sino algo más complejo que puede decidir también
enseñar a los demás al compartir. Todos aprendemos de todos.
7.- Actividades
de expresión emocional en grupo dirigidas por el profesor a partir del
interés generado por textos determinados. Se aunará lo musical, artístico, la
expresión corporal poniendo nombre, grado, impacto a las emociones analizadas
en los fragmentos, gestionándolas o graduándolas y pasando de unas a otras de
forma sucesiva. Se remite al apéndice donde consta una unidad didáctica
ejemplificadora del cómo actuar a partir de
dos poemas: La madre de D.
Alonso y Llanto por la muerte de Ignacio
Sánchez Mejías de F. García Lorca.
8.- Trabajo
sobre la regulación emocional y los anclajes positivos en varias fases:
a- Exposición
del profesor de experiencias propias de regulación emocional y toma de
decisiones respecto a los logros o fracasos-frustraciones en las vivencias
diarias. Todo puede ser transformado y convertido en acción y emociones
positivas.
b- Tareas
creativos por parte del alumno en base a los textos que mejor les ayuden para
regular sus respuestas emocionales ante las dificultades diarias de la
vida.
c- Actividades
de investigación para producir sentimientos positivos que acompañen a nuestros pensamientos
mediante visualizaciones, escuchas, relajaciones dirigidas, cromoterapia,
kinesiología. Incidencia de esos pensamientos en el cuerpo.
Enseñaremos a
que el alumno se proteja del contagio de elementos negativos poniendo el foco
en lo positivo, superando el miedo al fracaso. Se mostrará cómo hacer anclajes
positivos asociados a cosas buenas, visualizándolas para recordarlas cuando estemos mal o tengamos un momento
tenso.
Se enseñará a
respirar con el vientre para aliviar sentimientos negativos, de venganza. Se
asociarán colores con estados de ánimo o partes del cuerpo y se trabajará con
ellos para aliviar el dolor, relajar… Con estos ejercicios, se fijarán hábitos,
pensamientos y comportamientos placenteros de paz y calma en el cerebro.
Un ejemplo
de anclaje positivo para recordar en momentos de crisis, rabia o nervios exacerbados:
se imaginarán un color asociado a un objeto especial (puede servir un diamante,
un ágata…) y se inundará el corazón con su imagen y esplendor apreciando su
calor; se respirará profundamente. Cuando la energía llene todo el cuerpo, y se
expanda, y el sentimiento sea de
felicidad y calma, incluirán en su halo luminoso o un círculo dorado a todos
los seres queridos que necesiten apoyo. Las palabras del profesor remarcarán la
conexión del alumno con este sentimiento de amor y paz para traerlo a la mente
en momentos en que se necesite.
9.- Actividades
de autocontrol en relación con la salud. Se plantearán en algún momento
concreto cuando surja el tema de la salud, no sólo para mejorar la postura y
sentarse o estar de pie como corresponde (reeducación postural global), sino
para distender los músculos agarrotados, la mandíbula, o ser capaces de decir
no a la ingesta de alcohol o toma de drogas cuando el entorno nos invita a
ello. Para ello se usará:
a) Un diario
especial para anotar todos los progresos
o recaídas y regular los problemas que más les afecten.
b) Lectura y
discusión de apuntes elaborados por
profesionales de la salud sobre principios científicos en relación con el
funcionamiento del cuerpo-cerebro-corazón y su relación con la salud física y
psíquica.
10.- Intentos
de integración-comprensión emocional
personal a partir de la meditación-reflexión y lectura ejemplificante dirigida
a descubrir potencialidades y talentos inconscientes u ocultos en el alumno.
Hay ejemplos o comentarios en la poesía de Bécquer, Del salón en el ángulo oscuro y se puede analizar lo que sucede al
final de el “El ruiseñor”, incluido en los Tres
cuentos de hadas de G. Martín Garzo o trabajar con El medallón perdido o La llave del tiempo.
.-. Opcional:
realización de un vídeo o una revista
con la participación de toda la comunidad escolar relatando los cambios
operados en las dinámicas personales y de aula o evaluando las actividades
realizadas.
ANEXOS:
.-Prólogo I. Literatura y educación emocional. Marta
Sanjuán Álvarez. Profesora Titular de Didáctica de la Lengua y la Literatura.
Doctora por la Universidad de Zaragoza
.-Prólogo
II. Relación entre las emociones, la salud y los trastornos de comportamiento.
Laura Miró Pitarch. Licenciada en Psicología
.- Prólogo
III. El aula: espacio de
interrelación para la atención a la diversidad. Soledad Benages. Profesora de
Lengua Castellana y Literatura del IES Penyagolosa
.-Unidad
didáctica para 6º de Educación Primaria: Crecimiento emocional en la escuela.
Identificar y expresar emociones. Sonia Martínez Bacas. Diplomada en Magisterio Infantil.
Máster de
Psicopedagogía.
.- Introducción: Importancia de la
literatura en la Educación Emocional
Literatura y educación emocional
Marta Sanjuán Álvarez
Profesora Titular de Didáctica de la Lengua y la
Literatura
Doctora por la Universidad de Zaragoza
Este libro viene a llenar un hueco que muchos
profesores pueden haber advertido: no es fácil encontrar materiales para
abordar de una manera organizada, rigurosa y amena la educación emocional de
los adolescentes en el ámbito escolar. El vehículo que aquí se ofrece para esa
educación emocional es la literatura. Se otorga, así, a la literatura un papel
que los lectores habituales de literatura conocen -conocemos- bien: la
literatura constituye una vía fundamental
para llegar a ser quienes somos. Nietzche desarrolla esta idea en su obra Ecce Homo (escrita en 1888 y publicada
en 1908) a partir de la conocida frase de Píndaro -“¡Llega a ser el que
eres!”-, una apelación a no renunciar a lo que cada uno tiene de original y
distinto. Llegar a ser el que se es, señala Nietzsche, requiere ser el artista
de uno mismo, y para eso hay dos reglas fundamentales: seguir el propio
instinto y utilizar maestros. De entre todos los maestros, Nietzsche destaca al
“maestro de lectura” como el iniciador a los secretos de una actividad “de cuyo
contacto todo el mundo sale más rico de sí mismo”.
La pregunta implícita que subyace al planteamiento
didáctico que aquí se desarrolla es, precisamente, esa: de qué manera la
literatura puede contribuir al desarrollo emocional de los individuos es decir,
qué papel puede representar la literatura en la educación emocional entendida
como parte esencial del proceso educativo general.
Los enfoques metodológicos dominantes para la lectura
literaria han favorecido, sobre todo en la Educación Secundaria, un
acercamiento excesivamente formalista o conceptual al texto literario.
Difícilmente esos enfoques pueden llegar a estimular la lectura personal, la
que establece unos vínculos emocionales profundos entre los contenidos
temáticos del texto, sus valores éticos y sociales, representados a veces
vívidamente a través de las situaciones humanas que viven los personajes, y los
conflictos o situaciones que viven los lectores concretos, niños o adolescentes
que están formando su personalidad, su concepción de la realidad social y sus
pautas de comportamiento.
Sin embargo, este libro no se propone ser un manual
para la educación literaria, sino un cauce para la educación emocional a través
de la lectura de una colección de textos literarios de autores muy variados,
tanto clásicos como contemporáneos, agrupados según unos ejes temáticos que
recorren las distintas etapas de la vida humana y abordan algunos de los temas
o preocupaciones que más pueden atraer a los adolescentes.
Diversas aproximaciones teóricas al
proceso lector, especialmente el psicoanálisis de la lectura, la sociología de
la lectura más reciente o la etnografía educativa aplicada a la lectura en la
escuela, han querido profundizar en la dimensión afectiva o emocional de la
lectura, es decir, en cómo los lectores viven la experiencia de la lectura. El análisis del proceso lector desde el
punto de vista emocional abarca un doble foco de interés: cómo afecta la lectura al lector
en sus múltiples facetas vitales, afectivas,
estéticas y éticas y, por otro lado, de qué manera las características emocionales y
socioculturales del lector interactúan con el texto para producir el
sentido. Con la finalidad de dar la voz a los propios lectores para investigar
en cómo lee realmente la gente, se han utilizado instrumentos como las
entrevistas abiertas y las historias de lectura. Otra fuente de información de
primer orden resultan los testimonios autobiográficos de algunos escritores en
lo que se refiere a su relación temprana,
en su infancia y juventud, con el lenguaje literario y al descubrimiento del
poderoso papel que éste ejerció en la construcción de su personalidad[1]. La lectura se revela como un potente instrumento para el
aprendizaje, pero también como una fuente de placer, disfrute, fantasía y
evasión, así como una vía para el conocimiento de la realidad y de uno mismo.
Desde este enfoque que destaca el componente emocional
del proceso lector, la verdadera lectura
es la que produce experiencias, la
que forma y transforma al lector del mismo modo que la experiencia vital.
Literatura y vida se convierten en dos caras de la misma moneda: lo que somos,
lo que hemos vivido, resuena en todo acto de lectura; pero a su vez lo que
leemos nos puede afectar de una
manera tal que lo hace indistinguible de lo que vivimos realmente, y además nos permite vivir e interpretar lo que vivimos
de una manera más profunda. Como resume expresivamente la investigadora
francesa Michèle Petit[2] “la
lectura ayuda a las personas a construirse, a descubrirse, a hacerse un poco
más autoras de su vida, sujetos de su destino, aun cuando se encuentren en
contextos sociales desfavorecidos” (2001: 31).
La lectura como creadora
de sentido, como vía de conocimiento
del mundo y de la construcción de la propia identidad o como práctica liberadora, constituyen las principales dimensiones de la
experiencia lectora, presentes tanto en las historias de lectura de los
lectores anónimos que han vivido la
lectura, como en la rememoración autobiográfica que numerosos escritores hacen
de sus experiencias de lectura más tempranas, lecturas primeras que permitieron
al niño o al joven no sólo evadirse de su realidad para “vivir otras vidas” más
o menos exóticas, sino meterse de lleno en aventuras y tramas de ficción que representaron
de manera simbólica los principales conflictos éticos del ser humano y les
ayudaron a interpretar su propia
realidad. Lo que, en definitiva, encuentra el lector en la literatura es una ayuda para encontrar un sentido a la
vida, a lo que somos y a lo que nos pasa.
Algunos grandes psicólogos han destacado el papel
fundamental de la imaginación, y más concretamente de la ficción literaria, en
el desarrollo de la función psíquica del individuo, con especial relevancia en
las etapas de formación (infancia y adolescencia)[3]. A
las ficciones literarias les pedimos que den lugar a la construcción de
hipótesis verosímiles o “mundos posibles”, en expresión de Bruner, sobre la
condición humana, que nos ayuden a interpretar la compleja realidad social y
cultural.
Como complemento de esta perspectiva psicológica, el
psicoanálisis nos ha permitido comprender en profundidad los procesos morales,
intelectuales y emocionales, tanto conscientes como inconscientes, que la
literatura desencadena en los receptores. La lectura literaria adquiere una
dimensión “reparadora” cuando alcanza a satisfacer algunas necesidades íntimas
del ser humano, tales como la necesidad de “relatarse”, de convertirse en
narrador de lo que se vive y de crearse una autobiografía consistente. Los
lectores desarrollan toda una actividad psíquica al leer, se apropian de lo que
leen y deslizan entre las líneas del texto sus deseos, sus fantasías, sus
angustias. A través de la literatura el niño o el joven comprenden que los
deseos o temores que les angustian han sido experimentados por otros que les
han dado voz y han puesto en palabras lo que se vivía de manera difusa, como
mostró Bettelheim.
Ese proceso de “reconocerse” en el texto va más allá
de ser un mero mecanismo de “identificación” o de “proyección”, y funciona más
bien como un proceso de insight o
autoconocimiento propiciado por el lenguaje simbólico. No siempre los textos
cercanos a la experiencia del lector son los que le ayudan a expresarse, a
revelarse. Es el lenguaje simbólico, metafórico, el lenguaje elaborado que
permite una toma de distancia, el que más favorece el trabajo psíquico del
receptor.
Una manera de concebir el proceso de lectura
literaria, que va de la respuesta emocional al pensamiento reflexivo en un
contexto de lectura compartida (metodológicamente se trata de un proceso de
construcción conjunta de la interpretación), adquiere una dimensión educativa
mucho más amplia. La función humanizadora
de la literatura alcanza dimensiones éticas, sociales y políticas. El estudiante
que aprende a construir un sentido para los textos literarios está adquiriendo
a la par una sólida percepción de la experiencia humana, ya que la literatura
presenta complejas situaciones y emociones humanas que no se pueden comprender
con respuestas simplistas o estereotipadas.
De igual modo que el lector interpreta el texto partiendo de su caudal
de experiencias pasadas, la experiencia literaria puede llevarle a
reinterpretar su sentido de las cosas a la luz de las nuevas formas de pensar y
de sentir ofrecidas por la obra literaria.
Las reflexiones precedentes pueden tener implicaciones
importantes no sólo para la educación lectora y la creación de hábitos de
lectura, sino para la educación integral de los jóvenes. La literatura abre
unas ricas posibilidades educativas que suponen, sin duda, un replanteamiento
de la función de los profesores y de las prácticas de lectura literaria en los
centros educativos, que pueden abarcar otros contextos diferentes al habitual
de la clase de Literatura. Sin duda, como se propone en este libro, el contexto
de la tutoría y orientación resulta altamente propicio para un enfoque
emocional de la lectura literaria, especialmente para aquellos alumnos con
dificultades de integración o problemas emocionales.
Relación entre las emociones, la
salud y los trastornos de comportamiento
Laura Miró Pitarch.
Licenciada en Psicología
Todo
el mundo tiene una ligera idea de lo que son las emociones, pero realmente no
somos conscientes de todos los componentes que forman una emoción, o de las
consecuencias que tienen los estados emocionales sobre nuestra salud. A modo de
introducción vamos a explicar brevemente todos esos aspectos que pueden
resultar un tanto confusos.
Una
emoción es un proceso desencadenado
por la valoración cognitiva que hace el ser humano de una situación, la cual
produce una alteración en la activación del organismo. Es un tipo de afecto que
suele tener una duración muy corta y que está relacionado directamente con la
situación a la que se expone el individuo, hace referencia a un estado psíquico
o social, afecta a todo el organismo y tiene como manifestaciones distintos
tipos específicos de respuesta.
Así,
mismamente, hay que diferenciar el concepto de emoción de otros conceptos como
por ejemplo el afecto. El afecto es
más general y primitivo que la emoción y tiene que ver con la preferencia por
distintas situaciones. El humor
también es distinto a la emoción, éste es una forma específica de estado
afectivo, puede durar varios días e implica la creencia de experimentar un
afecto positivo o negativo en el futuro. El estado de ánimo es más duradero y menos intenso que una emoción,
pero tiene una causa desconocida. Por último, hay que diferenciar la emoción
del sentimiento, éste último es la
experiencia subjetiva de la emoción, suele ser más suave y más duradero que la
emoción e implica la evaluación del sujeto respecto a su capacidad de afrontar
una situación.
Otro
aspecto a considerar son los tipos de
emociones que existen. No muchos saben que hay emociones básicas y no
básicas. Las básicas poseen una
forma concreta de expresión facial que se puede observar en todas las culturas,
es decir, son universales y aparecen desde bien pequeños, en contraposición a
las emociones no básicas, las cuales
no tienen una forma concreta de expresión facial. Otra forma de diferenciarlas
es que las primeras pueden dividirse en positivas, como la felicidad, la
alegría o el amor; negativas como el miedo, la ira o la tristeza y neutras como
es la emoción de sorpresa. Podríamos entender las emociones básicas como
semejantes a los colores primarios, ya que las no básicas son una mezcla de
básicas, así como el color verde es una
mezcla de los colores primarios azul y amarillo.
Durante
mucho tiempo los teóricos se han preguntado cuáles son las causas de las emociones, de dónde surgen y qué cambios provocan en
nuestro organismo. Una de las respuestas a estas cuestiones la encontramos en
la Teoría de James-Lange. Éste propone que la corteza cerebral recibe e
interpreta los estímulos sensoriales que provocan emoción, produciendo cambios
en los órganos viscerales a través del sistema nervioso autónomo y en los
músculos del esqueleto a través del sistema nervioso somático. Como siempre
sucede, había otros teóricos de las emociones que no estaban de acuerdo con tal
teoría, y surgió como respuesta a ella la Teoría de Cannon-Bard. Según ésta,
los estímulos emocionales tienen dos efectos excitatorios independientes,
provocan tanto el sentimiento de la emoción en el cerebro, como la expresión de
la emoción en los sistemas nerviosos autónomo y somático. Otra teoría que se
propuso como alternativa a las anteriores es la Teoría de la activación
cognitiva de Schachter-Singer. Stanley Schachter y Jerome Singer, al igual que
Cannon, aceptaban que el feedback o realimentación no era lo suficientemente específico para
determinar qué emoción sentíamos en una situación determinada, pero, como
James, creían que también era importante. Su idea era que el feedback de la
activación física era ya de por si un buen indicador de que ocurre algo
significativo, aun cuando la persona no sea capaz de comunicar exactamente qué
ocurre. Postularon que una vez que detectamos la activación física mediante el
feedback, intentamos examinar nuestras circunstancias, y es a partir de nuestra
evaluación cognitiva de la situación, cuando clasificamos la activación. Tal
clasificación de la activación es lo que determina la emoción que sentimos. Por
lo tanto, como conclusión de todo esto, Schachter y Singer propusieron que la
cognición llena el vacío entre la falta de especificidad del feedback físico y
los sentimientos.
Después
de esta pequeña introducción teórica al estudio de las emociones, es
interesante saber cómo el estrés
afecta al organismo y como favorece que surjan determinadas enfermedades del
sistema inmunitario.
El
termino estrés surgió de la mano del médico Hans Selye que lo consideraba como
una respuesta inespecífica del organismo ante cualquier exigencia; lo entendía
como un proceso que se produce tanto ante condiciones positivas como negativas,
era, por tanto, un proceso adaptativo que movilizaba el organismo ante
determinadas condiciones que se experimentaban como negativas.
En
el planteamiento de Selye, se distinguen dos
tipos de estrés, el positivo, también llamado eustress y el negativo,
llamado distress; ambos dos independientes de la magnitud o intensidad del
estímulo que provoca estrés. La diferencia entre uno u otro depende del grado
de control percibido por el sujeto, ya que, si puede controlar y predecir la
situación, el estrés será positivo y si, por el contrario, no la puede
controlar o predecir será negativo.
Una
estructura propuesta por este autor con respecto a la acción de los estresores
en nuestro organismo es el Síndrome
General de Adaptación; tal estructura implica un patrón de respuesta no
específica que conlleva un esfuerzo del organismo por adaptarse y sobrevivir.
El Síndrome General de Adaptación está compuesto de tres fases. La primera es
la Reacción de Alarma, entendida como una reacción inicial del organismo ante
condiciones a las que no estaba adaptado; esta fase también puede dividirse en
dos, el choque y el contrachoque; en esta fase se activan los ejes neural y
neuro-endocrino y acompaña tanto a emociones positivas como negativas. La
segunda fase es la de Resistencia, en la cual el organismo mantiene el estado
de activación de la fase anterior, manteniendo activado el eje endocrino y
originando emociones negativas. La última fase se pone en marcha cuando el
organismo agota las reservas energéticas usadas en las fases anteriores, esta
fase es la de Agotamiento; existe un aumento de cortisol en sangre, con las
consecuentes emociones negativas acompañantes y, como resultado del agotamiento
del sistema, se produce un aumento considerable de la vulnerabilidad a
desarrollar diversas enfermedades.
La
relación entre las emociones, el estrés
y el sistema inmunitario queda relacionada, de forma muy clara, si tenemos
en cuenta los planteamientos expuesto anteriormente por Selye. El estrés puede
alterar los parámetros específicos del funcionamiento inmunológico, mediante la
activación de los tres ejes mencionados anteriormente en el Síndrome General de
Adaptación. Cada eje ejerce influencia sobre un sistema biológico distinto. El
Eje I o Neural activa el Sistema nervioso Parasimpático, cuya función es
activar al organismo mediante la secreción de adrenalina. También regula el
nivel de tensión ejercida en los músculos por el Sistema Nervioso Somático;
este eje es activado en la primera fase del Síndrome General de Adaptación
junto al Eje II o Neuroendocrino, que implica la activación de la médula
suprarrenal que se encarga de secretar adrenalina y noradrenalina; esta acción
mantiene la respuesta defensiva del organismo de lucha-huida. Asimismo, tal eje
también está implicado en trastornos cardiovasculares, ya que, cuando la
activación es muy intensa y mantenida, como ya hemos visto anteriormente, en la
segunda fase, la de Resistencia, se activa el Eje III o Endocrino. Este último
eje es responsable de la secreción de cortisol y aldosterona por la médula
suprarrenal y también es el encargado de secretar hormonas como la hormona del
crecimiento, hormonas tiroideas, encargadas de aumentar el metabolismo y el
desgaste en general y de secretar tiroxina, encargada de alterar el
funcionamiento renal y de aumentar la retención de líquidos y favorecer la
hipertensión arterial.
Como
todos saben, el sistema inmunitario es el encargado de proteger al organismo de
agentes patógenos externos, pero esta función puede ser modificada y alterada
por variables psicológicas como el estrés y los estados emocionales negativos. Hay infinidad de estudios
demostrados que relacionan un estado de ánimo depresivo y negativo, con una
importante supresión de la capacidad
inmunológica del organismo.
Otro
hallazgo que se ha encontrado, es que emociones como la ira, ansiedad,
hostilidad, afectos negativos, impaciencia e inhibición social se han
relacionado con trastornos coronarios y
emociones como la desperanza, depresión, inhibición de estados negativos
como la cólera y la aceptación estoica favorecen una predisposición y mal
pronóstico del cáncer. También se ha constatado relación entre las emociones
negativas, el estrés y el mal pronóstico de enfermedades tales como el asma
bronquial y la diabetes mellitus.
En relación a las emociones, el estrés y
la salud de los niños y adolescentes,
se ha visto que una propensión a experimentar emociones negativas en estas
edades, es un predictor de trastornos en los jóvenes. Se pueden documentar
estudios que relacionan las pautas de crianza en las que predominan emociones
negativas como la ira, la hostilidad y la frialdad emocional con trastornos en la vinculación de los hijos
con sus padres. Tal vinculación alterada entre padres e hijos, acarrea
problemas como fobias escolares, fobias
sociales e incluso trastorno de pánico
en los menores. De la misma manera, en otros estudios, se ha comprobado la relación entre una exposición temprana a
factores estresantes en los niños, y la aparición de conductas oposicionistas y adicciones cuando llegan a la
adolescencia.
Por
todas estas razones, es interesante conocer cuál es nuestro estado emocional
basal, así como los pequeños y no tan pequeños sucesos vitales que nos afectan
cotidianamente, ya que pueden acarrear una serie de cambios inmunológicos,
endocrinos y comportamentales que pueden afectar a nuestra salud de una forma
de la que no somos del todo conscientes.
EL AULA: ESPACIO DE
INTERRELACIÓN PARA LA ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD
Soledad Benages
Profesora de Lengua Castellana y Literatura del IES
Penyagolosa
Fundadora del grupo
poético “Verba Manent”
“ Es este entrelazamiento del lenguajear y el
emocionar lo que nosotros llamamos conversar, usando la etimología latina de
esta palabra que significa dar vueltas juntos”.
Humberto Maturana (2003)
La educación, según Carlos Lledó, forma parte del
proceso de iniciación de los alumnos y alumnas en aquello que caracteriza la
civilización humana = la conversación.
Las
nuevas líneas de investigación de la ecopedagogía han pasado a formar parte de un paradigma que
emerge cada vez con más potencia en los procesos de aprendizaje. Esta pedagogia
concibe al alumno como protagonista de su propio aprendizaje y como sujeto que
aporta al sistema educativo su entorno de vida, inserto en la complejidad y el
caos creativo (E. Morin), y atiende las
relaciones intersubjetivas e intrasubjetivas,
En la línea de las
pedagogías que atienden la dimensión afectiva en las relaciones que se producen
en el aula entre el tutor-profesor y el propio alumno o entre alumno-alumno, a la vez que son pedagogías
críticas y activas, encontramos muchas propuestas. Comentaremos sucintamente la que
ofrece la
eminente pedagoga cubana Lidia
Turner Martí con sus acertados
planteamientos en la Pedagogía de la Ternura, la de la pedagoga brasileña
María Cándida de Moraes, con el Paradigma ecopedagógico, de las que hablaremos más adelante, y las potentes reflexiones del biólogo chileno
Humberto Maturana, quien aporta conceptos interesantes para la relación humana
y la educación.
La convivencia se consolida en la
conversación. “Uno se hace en la conversación” Maturana
Maturana habla de la biología del amor y afirma que
educar es convivir. El amor es la emoción que constituye las acciones de aceptar
al otro como un legítimo otro en la convivencia, por tanto, “amar es abrir un espacio de interacciones
recurrentes con otro en que su presencia es legítima sin exigencias”
Emociones, lenguaje, amor y vida en su obra es una mirada a lo más profundo del
ser humano, al mundo de las emociones.
Para H. Maturana el
lenguaje nos humaniza pero es en lo social
donde opera, donde nos hacemos más humanos. En nuestras escuelas de hoy, es
necesaria una educación que origine cambios y transformaciones para la sociedad
del mañana. Una educación que sea considerada como una forma de culturización
del futuro. Sólo a través de la educación recuperaremos la dimensión humana del ser humano que es el mundo de las emociones:
“es especial la relación emocional que se
da entre el maestro y el alumno dentro del aula, como un componente fundamental
para contribuir a mejorar la calidad de la educación” (Maturana, H. 1997)
Hemos de permitir y facilitar el crecimiento como
seres humanos que se respetan a sí mismos y a los otros con conciencia social y
ecológica, de modo que puedan actuar con responsabilidad y libertad en la
comunidad a la que pertenecen a través de la comunicación.
|
La diversidad en el
encuentro educativo
La importancia de la diversidad como eje estructurador
del encuentro educativo, está implícita en la relación en los entornos de
aprendizaje. Para atender la diversidad, es necesario rescatar lo humano del
estudiante que involucra lo biológico, lo psicológico, lo social y lo
espiritual. Lograrlo sólo es posible a través de una educación afectiva. Nos asiste el convencimiento de que es desde el
diálogo recíproco, intersubjetivo, (la convivencia dialógica, y la
interrelación -construcción de subjetividades-), desde donde podemos conseguir
la inclusión y la vivencia de la interculturalidad y la diversidad en toda su
dimensión y de que es necesario el autoconocimiento y la conciencia de que la
educación ha de participar en la creación de una sociedad solidaria y
transformadora.
La función
compensatoria de la escuela requiere la flexibilidad y la apertura de las
pedagogías invisibles, pues la distancia entre los códigos y contenidos de la
cultura familiar y social de los más desfavorecidos y los propios de la cultura
académica de las disciplinas, es tan amplia que solamente una estrategia de
acercamiento del trabajo escolar a los problemas y lenguaje de la vida
cotidiana puede servir de andamiaje inicial para el tránsito entre ambas
culturas.
La escuela, así considerada,
se convierte en una comunidad de vida y aprendizaje, un espacio de cultura
donde se aprenden los conceptos, herramientas, técnicas y códigos de la cultura
de la humanidad como consecuencia de la participación activa en el intercambio
de significados, deseos y comportamientos con los compañeros y con los adultos.
Y para ello es necesario atreverse a compartir, a dar la palabra y
a interactuar, sabiendo que eso nos lleva mucho más lejos que la actitud del
docente “poseedor de la verdad indiscutible” de sus conocimientos. Sólo podremos decir que
la actividad de la escuela es educativa, cuando el conjunto de materiales,
conocimientos, experiencias y elaboraciones simbólicas, es decir, la cultura
académica, sirva para que cada individuo reconstruya conscientemente su
pensamiento y actuación, a través de un largo proceso de descentración y
reflexión sobre la propia experiencia y la comunicación ajena y rompa las
barreras entre escuela y sociedad.
El aula constituye un
complejo álbum de imágenes y metáforas donde se suceden múltiples interacciones que conforman un entorno
de aprendizaje. Doyle define el aula como un ambiente de aprendizaje y
la escuela como espacio ecológico de vivencia cultural. Este enfoque de
carácter integral utiliza metáforas del campo de la ecología. Por ejemplo, la
noción de clima (social) se usa para describir el estado de
las relaciones sociales en su interior...
El aula, desde ese
enfoque, es percibida como un sistema dinámico que se va modificando
gracias a los intercambios de conducta, afectividad, valores y significados
generados a partir del tipo de actividades propuesto (Estructura de las tareas
académicas) y de los referentes socioculturales de los componentes del grupo en
cuestión (Estructura social de participación). Así, la función docente se enriquece al explicitarse la importancia de
su dimensión organizadora y de gestión del grupo bajo su tutela. Ello supone
reconocer que el profesor no sólo genera - o dificulta - el aprendizaje a
través de su intervención docente directa, sino que también lo puede favorecer
y producir de forma indirecta mediante su acción reguladora sobre el grupo.
El comportamiento del profesor y de los alumnos genera
una dinámica que les exige realizar una serie de tareas con el fin de alcanzar
unas metas precisas que, según Posner (1982), se insertan en un Proceso
didáctico donde el profesor realiza una tarea curricular ( de enseñanza) que
comprende una meta y una serie de operaciones para alcanzarla, usando recursos
internos y externos y el alumno realiza una tarea de aprendizaje determinada
por el grado de compromiso en la tarea, el ambiente circundante y la
representación interna, produciendo así el Conocimiento
Experiencial.
Como señala Clark, los estudiantes han sido vistos
tradicionalmente como agentes pasivos que acumulan información y cuyo
aprendizaje depende exclusivamente de la actividad del profesor. Sin embargo,
se pueden identificar, en los últimos años, un conjunto de visiones
alternativas. Al igual que los profesores, los estudiantes comienzan a ser
reconocidos como transformadores
activos del conocimiento y como constructores de esquemas conceptuales
alternativos.
Siempre existirá una
dependencia entre el ser y su ambiente. Y esto implica que la educación ha de
promover un respeto por las diferencias,
la diversidad entre los seres, las diferencias culturales y
sociales y los diferentes procesos de desarrollo humano. Y en esta
concepción encuentra pleno sentido la afirmación de Lundgren (1992: 10) de que
“el concepto de curriculum nunca se puede alcanzar sin un entendimiento de la
interacción entre el texto y el contexto”.
Poema XXV
Y
dije a los guijarros:
-Yo
sé que vosotros sois las estrellas que
se
caen.
Entonces
los guijarros se encendieron,
y
por ese instante brillaron.-pudieron
brillar…-
como las estrellas. Dulce María
Loynaz
La afectividad en el
rescate de lo humano
El sistema-aula puede
dirigirse en el sentido ideológico que favorezca un orden artificial, ignorando
el desorden creativo, o bien, en una
dirección superadora de antagonismos, que desde el desorden colectivo creador e
investigativo puede favorecer también una reflexión y crítica. Como dice
Porlán, el aula es la matriz del intercambio didáctico.
Así, el conocimiento escolar es un conocimiento compartido que tiene su
base en el flujo de comunicación
generado en el aula ( Edwards y Mercer, 1987). Es un conocimineto
necesariamente social que se construye mediante la actividad y el discurso compartido. Según estos
autores, el conocimiento escolar o educativo se compone de un conocimiento
ritual, de carácter instrumental y rutinario ( al que hemos llamado
conocimiento académico), y un conocimiento de principios, reflexivo, que no
está predeterminado a seguir cursos espacíficos de acción (al que hemos llamado
conocimiento experiencial) Ambos constituyen el conocimiento escolar
compartido.
La interacción y la
interrelación se produce siempre en un entorno afectivo, que comunica a
cada uno de sus componentes señales relativas a su propia imagen, a su grado de
seguridad inmerso en un entorno que facilita o dificulta el desarrollo de
intereses y normas de referencia desde las cuales regular las propias conductas.
La dimensión afectiva
ha sido la gran olvidada en los sistemas educativos, es una de las claves
para el bienestar personal e influye en gran medida en muchas de nuestras
decisiones. La educación afectiva es un
componente clave en el trabajo, la salud, la prevención de desordenes
alimentarios, prevención de consumo de alcohol, drogas... Asumir, por tanto,
que el aula es un contexto afectivo es un progreso muy importante, puesto que
nos permite atender a los mecanismos sociales a través de los cuales un alumno
cualquiera puede desarrollar o inhibir sus actitudes personales ante los demás
y hacia las actividades que se le propone.
La educación
afectiva debe recobrar en los espacios de la escuela y del aula cada vez más respetabilidad, como un
elemento de la vida y de la cultura organizacional. Se requiere construir el aprendizaje de la
afectividad en la cotidianidad, en la interacción humana y social, mientras
transcurre el aprendizaje cognoscitivo, sin convertirlo en otra área más.
La pedagogía de la ternura que abandera
la pedagoga cubana Lidia Turner Martí, es
la base de la pedagogía martiana. Las ideas fundamentales de su pensamiento están en
cómo trabajar con un ser humano al que estamos educando, para que pueda sacar
lo mejor de sí en su proceso de formación. Va dirigida a la confianza del ser
humano en sí mismo, desde las primeras edades; eso le da una gran fortaleza
para avanzar en la vida.
|
Paradigma pedagógico emergente: Ecopedagogía
La pedagoga brasileña
María Cándida de Moraes, en su Paradigma
educacional emergente, conceptúa al individuo “como un hólon, un todo
constituido por cuerpo, mente, sentimiento, espíritu. Al mismo tiempo, sujeto
de la historia en su dimensión social, dotado de múltiples inteligencias, un
ser inconcluso y en crecimiento contante, que necesita educarse a lo largo de
la vida, desarrollándose en dirección a la madurez, no sólo en términos de
crecimiento físico, sino, sobre todo, de un crecimiento interior cualitativo y
multidireccional (...) Un individuo que precisa sobrevivir en un mundo en
conflicto, en un contexto en continua modificación de parámetros y
referencias”.
En
los últimos años, la concepción de la Escuela Ciudadana ha estado marcada por
la Ecopedagogía, en la que se enmarcan éstas y otras pedagogías,
entendiendo el nuevo currículo basado en la idea de sustentabilidad. La
educación para y por la ciudadanía es también una educación para una sociedad sustentable y para la
ciudadanía planetaria. La
Escuela Ciudadana y la Ecopedagogía se sustentan en el principio de que todos,
desde niños, tenemos un derecho fundamental que es el de la ilusión de hacer
proyectos, de inventar; todos tenemos el derecho de decidir sobre nuestro
destino, también los niños.
En esta línea de pensamiento se nos ofrece una
acertada visión de la alteridad
“Al hablar
del Otro en mayúsculas, evocamos una libertad que está en juego, una persona
que osa, a veces durante un simple instante, hablar finalmente por sí misma,
sin limitarse a lo que le dicta la presión social, el miedo al más fuerte o al
más influyente, la inquietud de estar o no conforme. El Otro, en este sentido,
es un ser que asume su alteridad.
-
Todo ello se concreta,
entre otros, en unos puntos de consenso que aquí tomamos de Moraes
o
el escenario de
la esperanza
o
la convicción de
la capacidad de entusiasmo y lucha para vivir y convivir
o
la firme creencia
en las potencialidades de todos y en una
educación que las desarrolle
o
la consideración
de la enseñanza-aprendizaje como proceso continuado y de interacciones
o
el uso de
estrategias de aprendizaje transdisciplinarias
motivadoras y colaborativas
o
el deseo de
generar nuevos ambientes de aprendizaje que consideren al ser humano valioso en
su totalidad y respeten su contexto para enriquecerlo
o
el diálogo
creativo para la construcción de inter e intrasubjetividades
o
la educación como
generadora de procesos dinámicos constructores de conocimiento y convivencia
o
la necesidad de
que el uso de avances tecnológicos, científicos y técnicos sirvan para el progreso de todos los pueblos sin
diferenciación
o
la humanización
en la interrelación, con actitudes de escucha receptiva y acogida afectiva
o
el acuerdo de
educar para una ciudadanía crítica y comprometida que se reconozca como tal.
Ha
de ser, por tanto, ésta una enseñanza Creativa,
activa, motivadora e implicativa
Tres son los ejes transversales que están presentes en
la construcción del paradigma que se presenta:
-
Una opción ideológica crítica y comprometida
que guiará la actitud personal y el compromiso social en la educación.
-
Una perspectiva sistémica en la
interpretación del mundo que estará presente en la construcción del proceso de aprendizaje.
-
Una actitud de respeto a la diversidad y
acogida en la relación humana que presidirá la conversación educativa.
Cerramos
este capítulo con las palabras de Edgar Morin para complementar nuestra
reflexión:
“La educación del futuro deberá ser una
enseñanza primera y universal centrada
en la condición humana. Estamos en la era planetaria; una aventura común se
apodera de los humanos donde quiera que estén. Estos deben reconocerse en su humanidad común y, al mismo tiempo,
reconocer la diversidad cultural inherente a todo cuanto es humano.”
Edgar Morin (cap. III de Los
siete saberes…)
Unidad didáctica para 6º de Educación
Primaria:
Crecimiento
emocional en la escuela. Identificar y expresar emociones
Sonia Martínez Bacas
Diplomada en Magisterio Infantil
Máster de psicopedagogía
Hemos escogido el cuento “La tortuga gigante” incluido en Cuentos
de la selva de Horacio Quiroga. Este
relato narra una historia cargada de valores como la tolerancia, el respeto, la
valentía, las buenas voluntades, el agradecimiento y el amor.
·
Los objetivos que nos proponemos son los siguientes:
-
Aprender a
reconocer e identificar las emociones, tanto las propias como las de los demás.
-
Ser capaz de
nombrar y verbalizar sus estados emocionales.
-
Aprender a aceptarlas y gestionarlas, siendo consciente de la
interrelación entre las emociones que sentimos (emociones-sentimientos), el
porqué las sentimos (pensamientos-estímulos) y cómo nos comportamos (palabras y
acciones).
-
Comprender la
importancia de expresar tus sentimientos y emociones a los demás para recibir
apoyo y comprensión.
-
Interiorizar que el autoconocimiento de uno mismo nos aporta confianza para
crecer como personas.
-
Manejar las
emociones para el crecimiento intrapersonal (autoconocimiento, independencia,
autoestima…) e interpersonal (empatía, relaciones interpersonales, solución de
problemas…)
·
Las actividades que sugerimos para trabajar el crecimiento emocional están
relacionadas con las actitudes citadas por Juli Palou 2004 Montserrat Fons en Actituts que faciliten el creixement
emocional dels docents i del seu alumnat . Barcelona.
Son las siguientes:
o Actividades iniciales
a) Lectura del cuento
En primer lugar, les contaremos un resumen sin
desvelar el final. Les podemos preguntar cómo creen que puede acabar o qué
puede ocurrir. A continuación, procederemos a la lectura del mismo. Finalmente,
les haremos preguntas para comprobar que lo han comprendido.
El resumen sería el siguiente:
Un hombre vivía en Buenos Aires cuando, de repente, un
día enfermó. La medicación que le recomendaron fue trasladarse al campo para
respirar aire fresco y hacer mucho ejercicio. No podía irse de la ciudad ya que
de él dependía que sus hermanos pequeños pudieran subsistir; la buena voluntad
de un amigo suyo hizo que éste cambiara de opinión al respecto. Su amigo, quien
poseía un zoológico, le ofreció ir al monte a cambio de que, de vez en cuando,
cazara para él y le ofreciera el cuero de los animales y, así, recibiría
monedas que irían destinadas a sus hermanos. El hombre así lo hizo y se marchó
al monte; allí comía aquello que cazaba y frutas. Una de las veces que salió a
cazar, observó como una tortuga iba a ser la comida de un tigre que tenía un
hambre salvaje. Cuando el hombre estaba observando esta escena, el tigre lo vio
y se abalanzó sobre él; lo que el tigre no sabía era que ese hombre poseía una
precisa puntería y de un tiro acabó con él. Cuando se acercó a la tortuga, vio
que ésta estaba muy herida. A pesar del hambre, decidió curarla ya que se
encontraba con muchas fuerzas para hacerlo.
La tortuga era inmensa y la había llevado arrastrando
hasta su ramada. Con los pocos recursos que poseía consiguió curarla realizando
esfuerzo día tras día. En ese momento, fue el hombre quien enfermó y sabía que
estaba solo allí y nadie le cuidaría por lo que moriría. Entonces la tortuga
pensó que aquel hombre la curó a pesar del hambre que tenía, y decidió que lo
curaría ahora a él. El hombre perdía el conocimiento a menudo y creía que
continuaba solo y que nadie acudiría a rescatarle. La tortuga decidió cargar
con él y llevarlo a Buenos Aires.
El camino se le hizo muy costoso y debía realizar
paradas para reponer fuerzas. Cuando estaba totalmente agotada, vio una luz en
el horizonte pero no supo qué era y cerró los ojos para morir junto al hombre
que le había salvado la vida. Sin embargo, ya estaban en Buenos Aires.
Cuando los encontraron, la tortuga explicó su
situación y los llevaron junto al hombre del zoológico quien, al verles llegar,
reconoció a su amigo y lo curó. El hombre estaba tan agradecido a la tortuga
que le pidió a su amigo tenerla en su zoológico. Allí iba a ser feliz:
recibiría numerosas visitas del hombre que le salvó la vida y, además, tendría
refugio.
b) Interpretación de la lectura
Estructuraremos el
cuento en escenas para que ellos mismos puedan potenciar su creatividad e
imaginación realizando las ilustraciones correspondientes a cada una. De esta
manera, los niños plasman aquello que han imaginado y la historia queda más
interiorizada.
o Actividades de desarrollo
1. Identificando y reconociendo nuestras emociones.
a) Reflexionaremos sobre las emociones positivas y
negativas que nos ha hecho sentir el cuento. Además, las compararemos con las
que sentimos diariamente y les haremos ver que las emociones positivas son
aquellas que hacen que la vida sea maravillosa y las que necesitamos sentir más
a menudo. En cambio, las negativas son las que nos impiden estar contentos y
felices, por lo que deberíamos expulsarlas de nuestro interior. Para ello,
haremos uso de nuestro cuerpo y nuestra voz.
b) Se colocarán dispersados por el aula y les
pediremos que se encojan en el suelo como si fueran la tortuga cuando está en
su caparazón y siente mucho miedo porque va a ser devorada por el tigre. A
continuación, les diremos que esa posición, tan incómoda para ellos, es similar
a cuando sentimos una emoción negativa. Para deshacernos de ella debemos
pronunciar palabras y tener pensamientos que nos provoquen felicidad y alegría.
Poco a poco, nuestro cuerpo se irá relajando y dejará de estar tenso hasta
quedar tumbados en el suelo lo más relajados posible, como las tortugas que se
encuentran tranquilas y felices cuando están nadando en el agua.
c) En este momento les pondremos una música relajante
y les pediremos que dejen fluir la imaginación y, si la música les provoca
emociones negativas, deben reflejarlo con su cuerpo encogiéndose como una
tortuga con miedo; en cambio si la música les provoca tranquilidad y felicidad,
deben pensar en ella cuando está nadando feliz.
d) Para comprobar que los niños son capaces de
identificar sus propias emociones, les haremos expresar lo que han sentido
dibujando diferentes expresiones de la cara adecuadas a las escenas que más le
hayan llamado la atención. Cuando la dibujen, deberán poner debajo el nombre de
la emoción (alegría, miedo, tristeza, amor…) y por qué la ha sentido. Si no son
capaces de identificar la emoción que han sentido, debemos intentar que
expliquen cómo se han sentido con expresiones como: yo, a mí, me pasa que… Y,
así, intentar poner nombre a esa emoción. Por ejemplo, cuando el hombre
enferma, los niños dibujarán una cara triste y deben explicar por qué lo han
sentido así.
2. Expresión y transparencia de las emociones.
Estas actitudes consisten en expresar aquello que
sentimos, dejar al descubierto nuestra verdad interior. Por ejemplo cuando
fallece un ser querido, no debemos reprimir nuestro duelo sino expresarlo a los
demás, ya que así podremos sentirnos bien con nosotros mismos y recibir apoyo
de personas cercanas e incluso de personas de las que no creías que obtendrías
apoyo. Gracias a la expresión de sentimientos, mostramos confianza y empatía a
los demás, dos actitudes que nos permitirán ser queridos y valorados.
a) Les preguntaremos en qué momento del cuento los
personajes expresaban sus emociones y, cuándo lo hacían o qué obtenían a
cambio. Uno de los momentos reflejados en el libro sería cuando la tortuga está
ante el tigre; la emoción que transmite es miedo porque sabe que se la comerá.
O cuando, finalmente, la tortuga se queda en el zoológico a vivir y recibe
visitas del hombre que la salvó; la emoción que siente es alegría ya que vive
en un lugar en el que no tiene peligro y, además, puede ver con frecuencia a la
persona que quiere.
b) Reflexionaremos sobre situaciones que propician en
su día a día la aparición de estas emociones, tanto las positivas como las
negativas. Debemos conseguir que expresen cómo se sienten en cada momento, y,
una vez lo hayan hecho y en caso de que les produzca malestar, ofrecerles
nuestra ayuda e intentar reflexionar con cada uno qué podría hacer él para
intentar liberarse de esa emoción que no les aporta nada bueno. Es decir,
tenemos que conseguir que los niños vean en la expresión de emociones una vía
para encontrarse mejor consigo mismos y así poder recibir ayuda,
recomendaciones…
3. Técnica de manejo emocional.
Mediante esta actividad trabajaremos la
responsabilidad que trata de proponerse
metas, automotivarse, respetar la responsabilidad de los otros, aceptar los
errores... Desde edades tempranas, se tiene que introducir la responsabilidad
en los niños para que vayan adquiriendo el grado de autonomía correspondiente a
su edad y posibilidades. Por ejemplo, tenemos que concienciarlos de la
importancia de aceptar los errores, tanto propios como del resto de personas y
hacerles ver esos errores como una fuente enriquecedora de aprendizaje. Tenemos
que ofrecer técnicas de automotivación cuando se encuentran en momentos
críticos, como puede ser que alguien no lo acepte o lo discrimine. Siempre
tenemos que ayudarles a ver sus puntos positivos y potenciarlos al máximo.
a) La actividad tiene como objetivo hacerles ver que,
cuando somos capaces de detectar una emoción que nos genera malestar, tras un
masaje podemos liberarnos de ella para así sentir paz y tranquilidad. Además de
realizar masajes, podemos ofrecer que se den abrazos y caricias.
Es una actividad mediante la cual los niños pueden mostrar afecto hacia sus
compañeros y ser conscientes de que, cuando muestran afecto hacia los demás,
recibirán lo mismo y se sentirán queridos y respetados. En todo momento
realizaremos comparaciones con el cuento; en este caso podemos hacer referencia
al momento en el que el hombre le ofrece ayuda a la tortuga y, en vez de
comérsela, la salva. Y ésta se lo agradece prestándosela cuando él iba a morir.
b) Además, para ayudarles a autoregular emociones
negativas, se trata de realizar ejercicios en los que
los niños aprendan a respirar adecuadamente en una situación que les
provoca enfado y rabia. Y así, por medio de la respiración, son capaces de
canalizarla y evitar posibles comportamientos negativos.
4. Proyectando nuestros deseos e intenciones.
Cuando los niños sienten una emoción negativa que se
deriva de una acción propia, no se sienten bien consigo mismos. Por
consiguiente, deben saber que los deseos se pueden hacer realidad siempre y
cuando seamos capaces de activar nuestras buenas intenciones, pensamientos y
actos.
Cada niño escribirá su deseo en una hoja, por ejemplo
“Deseo ser más cariñoso”. Después, se intercambiarán los papeles entre los
compañeros y cuando un niño lea un deseo (que será el de uno de sus
compañeros), pensará y decidirá si él también lo desea. Si es así, le haremos
preguntas para que nos explique por qué lo desea y qué puede hacer para
conseguir lo que desea. Si, por el contrario, considera que él ya es cariñoso,
le recomendará a su compañero acciones que hace en el día a día para transmitir
cariño y afecto. Y de este modo, entre todos, se irán ayudando para llegar a
cumplir sus deseos.
5. Aprender a confiar.
Otra actitud para el crecimiento emocional es la
confianza. Consiste en buscar la parte positiva de cada uno. Todos tenemos puntos positivos y puntos
negativos, se trata de potenciar aquello positivo, puesto que no tenemos que
olvidar que cualquier persona tiene algo bueno para enriquecer tu vida. Cuando
encontramos a personas que nos aportan apoyo, comprensión y afecto creamos un vínculo afectivo con esta persona
que es capaz de transmitirnos la confianza necesaria, como, por ejemplo, para
contarle aquellos problemas o dudas personales y confidenciales que te pueden
surgir a lo largo de tu vida. Haciendo referencia al cuento, a medida que va
transcurriendo, el hombre y la tortuga se prestan ayuda y agradecimiento. A
raíz de ello, se genera un vínculo de confianza que existirá para siempre.
6. Ser paciente.
La paciencia es fundamental para conseguir
saber esperar, tener perseverancia y escuchar nuestras necesidades y las de los
otros. Es importante educar al niño desde pequeño a respetar el turno de
palabra de los compañeros, sus opiniones y sentimientos. En cuanto al
profesorado, tiene que tener paciencia y dar la posibilidad al niño de que
encuentre la solución a un problema por sí mismo sin dar una respuesta directa.
Él tiene que enfrentarse a las situaciones por él mismo y nosotros les tenemos
que dar una ayuda controlada y adecuada a sus necesidades. Les haremos ver
cómo, en el cuento, el hombre es paciente con la tortuga y viceversa, ya que
todos los días uno le cura al otro pese a no saber si sobrevivirían. Ambos
tienen esperanza y saben que si eres paciente y no abandonas, tendrás más
posibilidades de obtener aquello que te propongas.
7.
La empatía
Esta actitud consiste en tener en cuenta cómo se
siente el otro y ponerse en su lugar. Es clave para establecer buenas relaciones con las personas que
te rodean. Además, se debe trabajar una buena inteligencia emocional desde que
los niños son pequeños para que adquieran la capacidad de identificar las
propias emociones y también las del resto de personas. Esto les ayudará a
ponerse en el lugar de otros y, en definitiva, a crear buenas amistades basadas
en el respeto, comprensión y afecto. Por ello, podemos hacer referencia al
cuento ya que tanto el hombre, la tortuga o el amigo que le ofrece ir al campo
para curarse, tienen empatía e identifican las emociones tanto de sí mismos
como de los otros. Su amigo del zoológico le ofrece ir al campo, ya que sabe
que de esta manera, podría curarse. No obstante, el hombre no quiere ir porque
tiene hermanos a los que debe alimentar. Y en este momento, su amigo es capaz
de ponerse en el lugar del hombre y le ofrece monedas para sus hermanos a
cambio de que cace animales y le entregue las pieles. Reflexionaremos sobre qué
sentirían ellos si algún ser querido se tuviera que ir lejos y no pudieran
verlo durante una temporada. O qué harían si se encontrasen a un animal en
peligro.
o Actividad final
La armonía
Es otra actitud necesaria
para el crecimiento emocional. Tenemos que ser
conscientes de que cualquier niño puede responder ante una determinada
situación de manera inadecuada; por lo tanto, se tendría que trabajar la
regulación de las emociones y saber aquello que tenemos que expresar en cada
momento para que sea beneficioso para sí mismo y para todos.
Haremos
referencia al cuento analizando las acciones de cada personaje y sus buenas
voluntades. Reflexionaremos sobre la situación final de armonía y felicidad
generada a partir de la generosidad, la cooperación y el amor entre los
personajes. Es importante que entiendan que es necesario regular nuestras
emociones y ofrecer amor y generosidad a los demás, y así, obtener lo
mismo.
“Y así pasó. La tortuga, feliz y contenta con el
cariño que le tienen, pasea por todo el jardín, y es la misma gran tortuga que
vemos todos los días comiendo el pastito alrededor de las jaulas de monos. El
hombre le va a ver todas las tardes y ella conoce desde lejos a su amigo, por
los pasos. Pasan un par de horas juntos, y ella no quiere nunca que él se vaya
sin que le dé una palmadita de cariño en el lomo.”
o Escuela de padres
Para finalizar, es importante trabajar la educación
emocional con las familias mediante la creación de espacios de participación entre los padres y la
escuela.
- Atenderemos individualmente sus necesidades e inquietudes
favoreciendo confianza y respeto mutuo. Se trata de que la familia vea la
escuela como un espacio en el que recibirá ayuda y orientación.
- Un taller de familias
para hacer actividades relacionadas con la gestión de las emociones y saber
cuáles son las estrategias para poder ayudar a sus hijos en la identificación,
expresión y manejo de sus emociones.
- Se propiciarán la reunión en Asambleas para
compartir temas de interés, inquietudes y experiencias.
INTRODUCCIÓN: Importancia de la Literatura en la Educación Emocional
Este libro va
especialmente dirigido a los tutores y
profesores de las Aulas de convivencia y a los que tienen una especial
sensibilidad e interés en aquellos
niños-adolescentes que no son capaces de seguir una clase normal e impiden
el derecho al aprendizaje de sus compañeros. Suelen ser alumnos con problemas
emocionales que no tienen claro qué quieren hacer de su vida y no encuentran la
orientación idónea que les permita encauzar sus verdaderos talentos.
En nuestra
sociedad y centros educativos, no se educa, en general, la personalidad,
ni se enseña a superar problemas
familiares, decepciones o fracasos; sólo se instruye para conseguir el éxito,
pasar exámenes, saber matemáticas, nombres de plantas, animales, ríos, ciudades o morfosintaxis, con lo que la
memoria se puede convertir en un depósito de datos inútiles… y muchos de los
alumnos citados no son capaces de
desentrañar el sentido de su vida y ver la utilidad de tales conocimientos.
Informar y
repetir la información transmitida como hacen los ordenadores y se repite en
muchos centros educativos, no es formar
personas. Acabamos teniendo estos niños desinteresados, desconcentrados y
enfermos porque este sistema social controlador con muchos estímulos pretende
que se repita lo que se ha aprendido forzando el correcto desarrollo de la
mente y la personalidad.
Si la educación
actual está en crisis, es porque no es tan humana como sería de desear y sólo
forma para un mundo competitivo donde todavía valen los títulos y los diplomas.
Hay que transformar el mundo, como decía el padre Vicente Ferrer, en
Humanidad, y por consiguiente, la educación debe ser más humana y no más
mecánica.
Contar historias, hablar de nuestros
sueños, fracasos, inseguridades, logros o errores que es lo mismo que repetir
las historias que nuestros antepasados o contemporáneos nos han transmitido, es
la mejor manera de enseñar. Eso es Educación Emocional a través de la
Literatura.
Si mostramos lo que es la solidaridad
y generosidad con todos los seres de este planeta, una visión crítica de los valores actuales, la
publicidad y la televisión, la no
discriminación social, la integración y a no tener pensamientos ansiosos,
muchos alumnos con fracaso escolar superarán sus deficiencias y encontrarán
su vocación o talento oculto. Interesa la bondad y la verdad que palpita en
el fondo del corazón. Las enseñanzas
llegarán de alguna forma al que ponga o tenga interés.
El alumno que sólo se preocupa por un examen, por la obtención de una nota,
por ser competitivo, no va a
encontrar la felicidad ni a conseguir
una formación profunda sobre la base de lo que son sus verdaderos talentos. Ser
esclavos de una nota o un pensamiento de ansiedad, no les enseñará a ser sabios, a estar
tranquilos y tener perspectiva para averiguar lo que les interesa de verdad, a
conocer su verdadera valía, las verdades
de la vida o las emociones que les invaden continuamente
porque se sienten incomprendidos y desconocen cómo gestionar o encauzar.
Tenemos que enseñar a pensar con la
Literatura. A través de ella, se han contado
muchísimas cosas importantes. Hay grandes motivos para ser felices con las cosas
pequeñas, simples, anónimas y con lo diario. No es necesario “triunfar”, en el
sentido que todos entendemos por esa palabra, para ser feliz. Se ve mucho la televisión y se lee poco, se pasa un
tiempo considerable en Facebook y no se medita,
se muestran las figuras que rigen el mundo, la economía, la política, la
moda, sus palabras.. y se pierde el
placer por la rutina diaria, lo que da lugar a una generación de gente
insatisfecha que pretende parecerse a los modelos que ahí se muestran. Se tiene
más interés en estas nuevas tecnologías que interactuando con los otros o interiorizando
lo que nos llena, satisface, o nos transmite calma.
Si Educar es, en su sentido etimológico,
conducir, sacar lo que llevamos dentro, ser
artesanos de la personalidad, poetas de la inteligencia, sembradores de ideas
para transformar la información en
conocimiento y éste en experiencia como dice Auguste Cury en su libro
“Padres brillantes, maestros fascinantes”,
no vamos por buen camino.
Planteamos aquí explorar nuestro
propio ser también en la escuela por medio de la Literatura, trabajar con las
contradicciones propias y las de la vida, experimentar con el optimismo o
el pesimismo, aprender a no tener miedo al fracaso, a enfrentar nuestras
propias manías y nuestra particular ansiedad buscando la aceptación, valores
y libertad dentro de nosotros. E importa
empatizar con los problemas, dificultades y dolores de nuestros semejantes. Estas
actividades, procedimientos o ejercicios forman parte de la Educación
Emocional. Como dice Jorge Edwards en
la entrevista realizada por Antonio Lucas en el periódico El Mundo el 27 de
enero de 2013 la literatura es salud: “Nunca
he estado en el diván de un psiquiatra pero sé que mi salud es la literatura.
Cuando escribo me siento muy bien, equilibrado, de acuerdo conmigo mismo.[…] La
literatura es una forma de realizar cosas frustradas, reprimidas y complicadas
en mí. La edad me ha dado una visión de la dificultad de las cosas y del
conflicto.”
Queremos enseñar a dirigir la propia
vida, a descubrir los talentos individuales sin repetir a otros, a ser
líderes de sí mismos, a gobernar
pensamientos y emociones previniendo enfermedades emocionales y físicas en vez
de tratarlas. Si no tenemos el valor de
encontrarnos, reconocernos y decirnos a nosotros y a nuestros niños que
nos queremos como somos, con nuestros miedos, manías, valores, forma única de
ser, imperfecciones… no aprenderemos lo vital.
La inmensa
cantidad de estímulos que recibimos en este siglo XXI nos lleva a consumir, a
ser individualistas, a querer triunfar, a poseer más que el vecino, a no tener
una interiorización de las cosas… Con este manual, pretendemos
reeducar esta tendencia y mostrar nuevos caminos en la educación.
No hará falta
que sigamos o imitemos a nadie (aunque siempre habrá Maestros). Nuestra
intuición y dudas estimularán nuestra inteligencia, la provocarán, cuestionarán
lo que otros consideraron una verdad inamovible y sólo les sirvió para avanzar
en su propio camino. Aunque nos ayuden bastante, no hace falta recurrir al
constructivismo de Piaget, al arte de
pensar o a la zona de desarrollo próximo de Vigotsky o a las inteligencias
múltiples de Gardner. Todos somos conscientes de que hay muchos tipos de
talento o inteligencia. Como nos enseñan los verdaderos Maestros, todo está
dentro de nosotros y aprendemos cuando lo deseamos o estamos preparados…
Nunca las mismas respuestas sirven para todo el mundo.
Lo que se
transmite en este libro es algo que parte de la experiencia propia.
Son ya muchos los años de búsqueda, como alumna primero y docente, más
adelante, desde temprana edad, tanto con los niños de mi pueblo, como con mis propios hijos y con los muchos
alumnos que he atendido. Siempre intenté interesarles en lo que se suponía
debía intentar enseñar. Ahora sé que la clave está en la persona a la que algo
o alguien puede estimular y/o llevar a buscar por sí mismo lo que considere
importante para su vida. Es la vida la que nos conduce hacia lo que es
importante. Que nadie busque recetas mágicas, pues no existen y cada ser
humano es distinto y un misterio a desentrañar.
Las sugerencias que se hacen, en
términos de ejercicios o actividades para los textos literarios, sólo son
indicativas
y pueden servir o no dependiendo del interés o motivación de los niños que tendremos delante. Seguramente habrá
que cambiar muchas cosas y sólo podremos hacerlo desde la intuición y la
escucha de las necesidades de nuestros semejantes, en completa libertad,
sin tener una programación rígida que seguir o unos objetivos
imprescindibles a los que llegar.
Bastará con que queramos conseguir algo
para que se nos escape de las manos. Si
sirven para que ese niño al que se etiquetaba como descarriado o, ahora,
como disruptivo, que molestaba en clase, encuentre algo de su interés, podremos
darnos por satisfechos. Si nos viene a la mente, en plena clase, ante el
desinterés de muchos, alguna de las historias que aquí se transmiten para
contarla en ese momento a nuestros
educandos, y esto les lleva a leer el libro entero, habremos conseguido mucho.
Todo lo que sucede es importante,
tanto como el vuelo de la mariposa. Como dice Seth Godin en !Hazlo!, hazlo tú también. “El ser humano es por esencia, un
iniciador. Pero nos han cortado las alas; nuestros padres nos reprimieron, los
compañeros nos rechazaron, los profesores nos engañaron, las autoridades nos
organizaron, las fábricas nos contrataron y nos lavaron el cerebro una y otra vez para que evitáramos cualquier
comportamiento problemático” (pág. 60-61). “Y la sociedad no se compadece de
los que no se integran. Los aislamos, los insultamos y hasta los acosamos.
Parte del adoctrinamiento que nos lleva a la conformidad viene de la presión
social” (pág. 58). Repito sus palabras porque estoy de acuerdo con las mismas
y animo, a mi vez, al que lea esto a ser uno mismo, a discrepar y a
reencontrarnos.
[1] Cf. M. Sanjuán (2007), “El discurso literario
en la construcción del sujeto: la escritura autobiográfica como fuente de
información”, en Lenguaje y Textos,
26, diciembre 2007, pp. 63-78.
[2] M. Petit (2001), Lecturas: del espacio íntimo al
espacio público. México: FCE, p. 31.
[3] Baste mencionar las conocidísimas obras de L. S.
Vygotsky, La imaginación y el arte en la
infancia (1930); B. Bettelheim, Psicoanálisis
de los cuentos de hadas (1976) o J. Bruner, Realidad mental y mundos posibles. Los actos de la imaginación que dan
sentido a la experiencia (1986).